Guerra de corazones.

Capitulo 18

-Pero mamá-hice un puchero-por favor. Ya es mañana.
-Harry, no, es una tradición familiar.
-Pero mamá, siempre la he pasado con ustedes, no me puedes hacer esto, por favor. Tomaré el avión pasado mañana. Te lo prometo.
-Sí puedo hacerlo, soy tu madre Harry.-frunció el ceño y siguio picando las verduras para la sopa.
-Por favooooor.-alargué la palabra y la abracé.
-YA CÁLLATE. ESTÁ BIEN.-me gritó.
-Te amo mamá.-le di un beso en la frente, tomé mi chaqueta y salí.

Ni siquiera sabía a dónde quería ir. Tal vez iría al café que está cerca de mi casa. Ya que está nevando demasiado y quería algo caliente.
Había tenido demasiado dinero desde la beca, sí, me daban dinero cada mes, y cómo era del 100%, el director me había dicho que no me preocupara, que podía estudiar dando sólo el 50% de la colegiatura por mes, así qué me sobraba algo con lo que pudiera comprarme lo que yo quisiera.

El café era Starbucks, entré y fui a pedir mi café. Habían cafés y chocolates helados, ¿quién iba a comprar algo helado con este tiempo?
Pedí un café capuccino, me pidieron mi nombre y fui a sentarme a un sofá que estaba ahí. Me conecté con el Wifi que había y entré a WhatsApp. No había mensajes así que lo guardé.
Fui por mi café cuándo me llamaron y regrese a sentarme en dónde estaba.
Me quedaría hasta que me lo acabara aquí.
Levanté la vista y estaba un chico castaño de cabello largo y chino pidiendo algo en la barra. La chica que estaba detrás de esta, me miraba a mí y después a él, con los ojos cómo platos. Qué chica tan rara. No le tomé importancia. Así que seguí husmeando en WhatsApp, esperando un mensaje y nada. Lo haría yo.

>Harryto
Holaaa, buenos días princesa

Eran las 10:00 am, así que sería muy difícil hacer que contestara.

Alcé mi mirada de nuevo cuándo llamaron a alguien llamado Edward. Ya era el colmo. Me pare rápidamente y me puse al aldo de el para ver si sí era así. Volteó y me miró, se quedó seco. Mi coraje comenzó a salir desde donde estaba. Quería golpearlo con todas mis fuerzas y decirle que todo había sido culpa suya. Pero mejor salí del café.
-Harry.-gritó.
-¿Qué mierda quieres Edward?-le grité con coraje.
-Hermano-se acercó a mi- te extrañé demasiado.-me abrazó.-Tanto tiempo sin verte.
Sólo lo empujé.-Dejame. Una persona tan mierda cómo tú no creo que extrañe a alguien.

Su cabello estaba largo. Traía un abrigo floreado, pantalones pegados y botas brillosas. ¿Sera gay? No lo creo.

《POV'S ESTEF》
Estaba aburrida en mi casa, y Harry no me había llamado, así que iría a Starbucks, a comprarme un chocolate blanco. Tenía muchísimo frío.
Me encanta el frío, pero no me gusta sentirlo, qué rara yo.
Revisé mi celular cuándo vibró
"Dos mensajes de dos conversaciones"
Abrí WhatsApp y vi qué era un mensaje de John y uno de Harry. Visualicé primero el de Harry
>Harryto
Holaaa, buenos días princesa
>Esteffi
Buenos dias bebito

Salí de mi casa muy abrigada porque no quería enfermarme, y mucho menos ahora que sería navidad.

Antes de llegar a Starbucks, vi a un chico llorando, sí, era Harry. Me acerqué a él, que estaba en una banca debajo de un árbol, me senté al lado de él y lo abrace.
-Dejame, ¿qué no entendiste que no quiero verte?-susurró y no se quitó las manos de la cara. ¿Qué se supone que había hecho?
-Harry, ¿qué te pasa?-fruncí el ceño, pero no lo solté.
No contestó y sólo de lanzó a mis brazos, llorando cómo un niño pequeño acurrucandose. Le acaricié el cabello.
-No quiero hablar de eso ahora. ¿Podemos ir a tu casa?-me dijo con la voz cortada.
-Claro, pero vine caminando.
-No importa.-se levantó y comenzó a caminar tomando mi mano, en silencio.
-¿Sabías qué te amo, verdad?-le dije sólo para destensarlo un poco.
-Claro que lo sé.-tomó mi cintura y me besó la frente.
-¿Te puedo preguntar algo?-lo mire.
-Lo que quieras.-dejo de caminar y me miro a los ojos.
-Es complicado, y raro, lo sé. Pero no sé, a veces siento que no te gusto.
-¿Por qué dices eso?-frunció el ceño.
-Bueno, es qué-comencé a jugar con mis manos-nunca me has pedido, ya sabes... sexo... y pue...
Me callo con un beso y no me dejó terminar la frase.
-Esteffi-acomodó mi cabello detrás de mis orejas y tomó mis mejillas-no tienes porqué decir eso, me gustas, bueno, me encantas, pero tienes que saber que no sólo siento eso por ti, te amo y por su puesto que te deseo; entonces alguien que de verdad ama sabe esperar. Y yo esperaré ese momento especial.-besó mi frente.

Creo que a la perra de Estefania Mellow le había llegado el amor, cuándo menos lo esperaba, con quién menos lo esperaba. Yo no sabía si en realidad amaba a este chico, no quería hacerlo, no puedo confiar en ningún hombre, lo más seguro es que terminaría lastimandome a final de cuentas.
-Sabes-comencé a caminar con el siguiéndome-ya va a ser noche buena, y bueno, navidad. Creo que ya deberían de dejar de haber secretos entre nosotros.

No sabía porque le estaba diciendo eso, no debía decírselo, o tal vez sí.
Harry me había demostrado que podía confíar en el. O al menos eso creo.
-¿Tratas de decir que te escondo algo?-levanté mi vista y lo vi con el ceño fruncido.
-No, por supuesto qué no. Trato de decir que, bueno-titubé-¿recuerdas cuándo te dije que te diría por qué fumaba marihuana?
-Oh, cierto. ¿Estás segura de decirmelo ahora?-entreabió los labios.
-Bueno-tome su mano entrelazandola con la mía-sí, me siento segura.-Sonreí forzadamente.
Se quedó callado y asintió con la cabeza levemente mirandome.
Dirigí mi mirada al frente mirando cómo caían los copos de nieve.
-Yo sé que tal vez te sea difícil pequeña, toma tu tiempo.-acaricío mi cabello con la mano que tenía libre poniéndome en frente de el.
Hice que me soltara sin soltar su mano para seguir caminando.
Así liberaría un poco mi estres y creo que si no lo miraba todo me resultaría más fácil.
-Es difícil para mí-comenzaban a arderme los ojos-era sólo una niña, ¿sabes? Tenía tan sólo diez años-la voz se me comenzaba a cortar-empezaré desde un principio. Bueno pues, yo tengo o tenía un tío... hermano de mi mamá, no sabemos nada de él desde aquellos momentos, y no me gustaría volver a saber nada de él, nunca más. Arruino mi vida por completo. Nosotros no vivíamos aquí en Houston. Éramos de Londres.
-¿Eras de Londres? Yo también soy de ahí.-sonrió-Perdón. Sigue.

El camino era un poco largo, estabamos tal vez a la mitad porqué cuándo Harry y yo ibamos de la mano, caminabamos mucho más lento de lo normal.

-Y bueno, mi tío se mudó un tiempo con nosotros porqué se quedo sin trabajo, y mi abuela no lo quizó recibir. Mi mamá lo acepto de muy buena gana.
Ya sabes, mis papás tenían la compañía en Londres, y cómo siempre, se iban todo el día todos los días. Y Peter y yo nos quedabamos con mi tío. Sí, teníamos una niñera, pero cuándo mi tío se quedó con nosotros mi mamá la despidió. Peter siempre estaba encerrado en su cuarto jugando XBOX.
-Por eso me agrada el cuñado.-río.
-¡HARRY!-le grité-esto no es gracioso. Hazme caso por favor.
Se quedo callado y mordió su labio inferior.
-Bueno, entonces, mi tío siempre me decía que era muy bonita y demás, siempre estaba acariciandome el cabello. Y jugaba conmigo, era muy bueno al principio. Pero entonces después de un tiempo sus caricias incrementaban-mordí mis labios para no llorar y el sól comenzo a acariciar la palma de mi mano con sus dedos-entonces, un día, así sin más, me violó. Y así fue por unas semanas más, sólo cuándo el viejo repugnante tenía ganas, Peter se dió cuenta y le dijó a mis padres. Ellos no le creyeron hasta que se dieron cuenta. Mi padre lo agredió de una forma espantosa, lo dejó inconciente y fue a parar al hospital, le quebró tres costillas. Y cuándo se recuperó, lo denunciamos y lo encarcelaron. Creo que no ha salido, o no sé. Pero yo ya no podía seguie en esa casa, necesitaba atención psicologica, y sí, estuve tratando con muchos psicologos, y ninguno funcionó, hasta que encontraron a uno muy bueno, me ayudó, pero les dijo a mis papás que la mejor forma de que yo me librara del trauma sería que nos mudaramos. Y así lo hicimos. Mi trauma duro cuatro o cinco años aproximadamente. Entonces esa es la razón. Sólo quiero evadirme de la realidad. A parte de porqué mis padres no me quieren, tal vez aún no he superado eso, y tal vez no lo supere nunca. Pero ya deje de hacerlo y ya lo asimilé. Creo que eso es un avance.

Ni siquiera me había dado cuenta de en que momento había comnezado a llorar, y Harry me estaba abrazando con la mirada fija en el camino. No hablaba, y tampoco me soltaba.

-Lo siento tanto bebé-me besó la frente-lo bueno es que te recuperaste y ahora estás bien. Sólo que te voy a pedir algo-me tomó por los hombros-no lo recuerdes, nunca lo vuelas a recordar. ¿Estamos?-me abrazó.
No pude contestar porqué mi llanto no cesaba, y lo único que hice fue asentir con la cabeza.