Capitulo 3-

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Narrador omnisciente

   Ya todo estaba listo, solo le quedaba agarrar sus maletas y esperar a que lo vinieran a buscar. En eso, el chico se percato de su celular vibrando en su bolsillo, así que lo saco para ver de que se trataba. Era un mensaje de Roberto;

-Che riki, en 5 te pasamos a buscar ¿tenes todo pronto?-

-Sip-

   Guardo su celular en su bolsillo nuevamente, se puso su mochila, agarró su maleta y caminó hacia afuera para esperar a los demás. Unos siete minutos después aparecieron, y se subio sin decir una palabra, sentandose al lado de su hermano.

   —Che, se saluda no?—.

   —Si perdón jaja, ¿como están?—.

   —¿Eh? ¿en que momento llego riki?—Dijo Alvaro desconcertado.

   —Tenes la cabeza en las nubes gil, recién llege—.

   Sin decir una palabra, Alvaro se paro de su asiento y abrazo a Ricardo, cosa que a este lo agarro desprevenido.

   —Che Alvin ¿Te conté que el también te extraño mucho?—Le dijo Roberto.

   —¿Vos me extrañaste?—Le pregunto Alvaro.

   —¿Eh? ¿No! Hubo demasiada tranquilidad mientras no estabas...—El chico no parecía nada seguro de lo que estaba diciendo.

   —No le creas Alvin, te re extraña, siempre que hablo con el está preguntando por vos—.

   —¡Mentira!—.

   —Awww, yo también te extrañe—.

   Solto un suspiro. Puesto que lo que decía Robeto era en parte verdad.

   —Deja, ya me cambio de asiento—Dijo Roberto.

   —¡P-pero...!—.

   —Sin peros, sabes bien porque lo hago riki, así que no pongas resistencia—.

   Todos los observababan en silencio y con notable confusión. Riki tuvo que aceptar lo que su hermano le decía, sin quitar el hecho de que lo hiciera de mala gana. Resultando en que quedará a la par de Alvaro.

   Hubo una tensión y silencio incómodo entre los dos por unos cuantos minutos. Hasta que Alvin se decidio a sacarle conversación.

   —Así que riki... ¿a que se refería Robe?—.

   —...—. El chico permaneció en silencio.

   —Yo...—.

   —Ah, entiendo, no te sientes cómodo con ello, está bien no pasa nada.—

   Ricardo no pudo evitar sonreír, pero si girar su cabeza a un lado para que no se notara.

   En eso pasaron por al lado de un teatro, en el cual estaba tocando una orquesta juvenil, y se escuchaba una música familiar.

   —Que música más deprimente—Dijo Roberto.

   —Es el himno a la alegría...—Le contesto Tavella.

El Cuarteto en Mexico /Cuarteto De Nos/Donde viven las historias. Descúbrelo ahora