Mi Querida No Luna ©(Finalizada Y Editando)

CAPITULO 9

El sabor de lo prohibido

Kira

No se si dormí mucho, pero creo que no fue así, ya que cuando fui asomarme por la ventana todavía estaba anocheciendo

Y tan solo a levantarme me gruño horrible el estómago, necesitaba comer, y rápidamente

Así que dispuse a ir a la cocina, baje las escaleras y estaba a punto de ir a la cocina cuando algo llamo mi atención

La luz del despacho de Max estaba encendida, y se oía voces, pareciera como si estuvieran discutiendo

Y como lo poca curiosa que soy me acerque para ver de que se trataba, la puerta estaba media abierta, y las dos personas que estaban a dentro me daban la espalda así que podía ver y escuchar si ningún problema

–.........te deje claras las cosas cuando te dije que iba a venir a vivir contigo –le alcancé escuchar a mi hermana

–Sabes que no es necesario –la voz de Max era lenta, baja y hasta dulce

Ese no se parece al Max que yo conozco...

–Yo voy a trabajar y punto –aclaro Ticha– No por ser la novia del jefe –hizo comillas para esto último– Voy a dejar que me den las cosas así sin hacer nada

–No lo necesitas, ya todos están informados de tu llegada –dijo Max aguardando aún la postura tranquila– Así que todo lo que quieras, te darán

¿Quienes? ¿De que hablaban? Ticha me debía muchas explicaciones

–Eso es lo que no quiero, Maxi, por favor amor, yo quiero hacer algo, no puedo quedarme todo el día aquí

–No me digas así, sabes que soy muy débil a tus encantos

Vi como se acercó más a Max, al grado de estar muy cerca de su cara, y aún no podían verme, lo beso lentamente cosa que a Max le encantó claro está

Ticha va a conseguir lo que quiere

Me asome un poco más para poder ver, las manos de Max no estaban quietas ya que llegó al trasero de mi hermana y lo apretó, luego....

–Sabes que es de muy mala educación espiar a las personas ¿Verdad?

De no aver sido por qué Javier me tapo la boca al momento de hablarme por detrás, yo hubiera dado un grito que hasta al pueblo se iba a escuchar

Aún con el corazón latiendo rápidamente trate de no darle un buen golpe a Javier en el momento que me soltó

–Eres una pequeña chismosa –se burló

–No estaba espiando

–Si claro, y soy Superman

–Un gusto Superman –dije tan bajo para que no me escucharán los dos tortolos

Vi su intento de reír pero se dió cuenta de que nos podían escuchar así que señaló con la cabeza hacia la cocina

–Hay que irnos de aquí, si Max se da cuenta de que estabas espiando se va a enojar

–Ya te dije que no estaba espiando –mentí– ¿Y por qué se enojaría?

–Por que nadie le gusta que lo espíen cuando están a punto de echar un polvo –lo dijo tan tranquilamente que abrí mucho los ojos

Se veía que ya estaba acostumbrado a este tipos de cosas

Me dió la espalda y comenzó a caminar hacia la cocina, quería quedarme a espi.... Digo, a escuchar de qué hablaban esos dos pero el hambre que tenía fue más grande que todo