Mi Querida No Luna ©(Finalizada Y Editando)

CAPITULO 10

Paseo agridulce

Kira

–¿Que haces ahí? –preguntaron a mi espalda

Levanté la cara rápido, no había tardado mucho tiempo ahí sentada hasta que una persona había interrumpido mi momento a solas

Quería tiempo para procesar lo que había pasado, lo que había hecho

Pero por lo visto no puedo

–No me digas que te perdiste

–No Cruzito, solo quería explorar

No me sorprendía que estuviera ahí, por lógica razón Javier y él compartían el mismo jefe, obviamente viviría en este pueblo

Camino para estar enfrente mío, tuve que levantar aún más la cabeza para mirarlo a los ojos, ya que sentada no podía, al mirarlo pude ver qué tenía una sonrisa enorme en su cara

–¡Yo puedo ser tú guía! –dijo muy entusiasmado

Me saco un sonrisa de boca cerrada, quería olvidar lo que me atormentaba y estaba muy segura de que el más indicado para hacerlo era el, Cruzito

Me puse de pie, y asentí

–Pues andando

Agarro mi mano y comenzó a caminar conmigo a lado, quisiera decir que sentí algo al momento me tocó pero mentiría, Cruzito era muy guapo, de eso no cabe duda, pero no me provoca nada con agarrarme como lo hacia Max....

Maldito, no podía sacarme lo de la cabeza, pero tenía que hacerlo aunque no quisiera

Aún sujetando mi mano me llevo al pueblo, era muy bonito, las casas eran hermosas, no había calle claro, pero el camino estaba más que limpio, no sabia dónde estaba Ticha pero debería de estar cerca

No sé dónde me llevaba pero ví como nos adentramos a un local que por lo que pude ver era una tienda, había muchas cosas, estaban acomodados perfectamente, habían varias columnas, era muy grande la estancia, estaba bien surtida, desde chicles o golosinas hasta despensas

–Esta es la tienda más grande de aquí –afirmo– Puedes encontrar lo que quieras

–Si que es muy grande –dije aún observando el lugar

–Si, "el poblano" es la tienda más habitada

–Al dueño le tiene que ir muy bien

–¡Si! Mi papá es muy buena gente con las personas que vienen a comprar aquí

–Espera.... ¿Tu padre es el dueño de aquí?

–Si, yo lo ayudo algunas veces pero me tienen como mandadero mayormente

Me reí un poco ya que lo dijo de una forma muy graciosa, pero borre la sonrisa cuando de repente un hombre se nos estaba acercando y por su cara no se había para nada feliz

–¡Y tú no deberías de estar trabajando!

Por lo visto el era el padre de Cruzito, que por el grito que dió me sobresalté

–¡Deja de estar perdiendo el tiempo con mujerzuelas cómo está! –me apuntó

Abrí mucho los ojos por la manera que me trató, ¿Este quien se cree?

Antes de pudiera hablar, y probablemente insultarlo Cruzito me cayó

–Le estoy enseñando el pueblo –dijo Cruzito rodando los ojos, como si estuviera acostumbrado a los gritos de su padre– Y un poco más de respeto hacia mi amiga