Venganza

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El clima de aquella madrugada había cambiado, ahora podía sentirte el frío en las solitarias calles de Corea, pero Yoongi sólo estaba concentrado en si mismo, en el pésimo momento que acaba de pasar.
El pelinegro se encontraba muy perdido en sus propios pensamientos, tanto, que no notó cuando el sonido de varías pisadas comenzaban a seguirle el paso.

- Oye, imbécil. - El mismo chico que los había estado molestando apareció frente a Yoongi.

- ¿Y ahora qué quieres? ¿Otra lección? - Aquel chico solo rió ante lo último mencionado por el pelinegro.

- El que va a recibir la lección eres tú.

En un abrir y cerrar de ojos, ya se encontraba rodeado por otros cinco tipos más, esto no iba a terminar nada bien para Min. Rápidamente dos de ellos lo sujetaron de los brazos, mientras que otro lo golpeaba con fuerza en el estómago.

- ¿Y ahora te sientes un héroe? - Cuestionó aquel muchacho, a lo que Yoongi sólo se rió.

- ¿Por qué no vienes tú a pelear conmigo? Solos tú y yo, ¿o tienes miedo? Y por eso trajiste a estas personas para que hagan el trabajo sucio por ti.

- Ya cállate. - Contestó otro de los muchachos presentes.

Un golpe en su mejilla izquierda lo obligó a quedarse en silencio, cuando lo soltaron se desplomó contra el suelo, Min sólo esperaba que eso sea todo, pero se equivocaba.
Tuvo que colocarse en posición fetal y con sus brazos cubrir su cabeza y rostro, porque todos comenzaron a patearlo por todo el cuerpo, como si de una pelota se tratase. Era muchísimo el dolor que estaba sintiendo, y todo por defender a alguien que ni siquiera le importa.

Pasaron unos siete u ocho minutos, que fueron interminables, donde la paliza continuaba, seguramente ya le habían roto algún hueso.

- ¿Qué fue lo que dijiste en la fiesta? ¿Qué ibas a tener que romper mi brazo si no me iba? - Con una gran sonrisa de satisfacción se acercó al moribundo pelinrego. - Pues yo voy a romperte el brazo a ti.

Sin pensarlo dos veces le pisó con todas sus fuerzas el brazo izquierdo a Yoongi, una y otra vez, el pobre Min no lo dejaba de insultar, estaba sintiendo un dolor inmenso, entonces se detuvo, solo así, terminó.

- Ya vamonos, éste perro ya está muriendo seguramente.

Solo le dio una última patada en la cabeza, para que después todos los presentes se fueran, dejando a un Yoongi inconsciente tirado en el frío suelo.

(...)

Unas blancas luces lograron despertarlo, ¿cuándo había llegado al hospital?
Su cuerpo le dolía mucho y al observarse un poco mejor, notó que tenía un cabestrillo en su brazo izquierdo.

- Por fin despiertas - Una chica desconocida se encontraba en la habitación con él. - Perdona, no sé tu nombre.

- Hmm.. Yoongi, me llamo Min Yoongi.

- Es un gusto, Yoongi. Yo me llamo Eunha - Aquella chica tenía una dulce sonrisa.

- Imagino que tú me trajiste aquí.

- Si, te encontré tirado en la calle y pues, llamé a una ambulancia. Te dieron una buena paliza

- Si, un maldito cobarde.. me acorralo con otros cinco, pero bueno.

Estúpidos Celos - [Yoonseok]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora