Estúpidos Celos - [Yoonseok]

No puedo..

Si la inesperada pregunta de su menor lo había desconcertado, su siguiente acto terminó por desordenar sus ideas y alborotar su corazón.
Hoseok lo había besado, jamás se le había pasado por la cabeza que algo así podría ocurrir, sin pensarlo dos veces, correspondió. Era un beso suave, con calma, no tenían prisa y además, parecía que querían probar por completo la boca del otro. En cuestión de segundos, las manos ya eran parte del momento, rodeando el cuerpo del otro con delicadeza, se acercaban cada vez más, apegando sus cuerpos, en ese momento, no importaba nada, ni nadie mas que ellos dos.
Era el mejor momento que podrían haber pasado, al menos así era hasta que Taehyung se separó.

- Espera, no puedo..

- ¿Por qué? ¿Qué pasó?

- ¿Por qué me llamaste? Quiero decir, es raro que acababa de llevarte a tu apartamento, luego me digas que no quieres estar solo y ahora llegues aquí y me besas. -

- Tienes razón, lo lamento...

Ambos se sentían como idiotas, Taehyung por interrumpir el momento, y Hoseok por intentar descargar su odio y calentura en su mayor. El más alto tomó las mejillas de Hobi, acercándose para darle un dulce beso.

- No me mal intérpretes, me encantaría continuar. Pero me gustaría ir más lento contigo, mañana vamos a tener una cita y planeo que sea una noche excelente para ambos.

- Lo lamento, será mejor que me vaya. - Se alejó de él, eso fue raro.

No quería seguir ni un minuto más ahí. Pero, ¿en dónde se suponía que debía estar? Si él no conocía a nadie más, si no quería estar en su apartamento, ni en el de Taehyung, ¿a dónde rayos debía meterse.

Espera un momento..

Xiumin, él podía ayudarlo.

- Hoseok, no tienes que irte..

- No, realmente no quiero quedarme aquí.

Su mayor se veía triste, decepcionado y en parte era su culpa. Bueno, todo lo era.
Sin decir nada más, Hoseok salió del edificio, estaba a unas cuantas calles de su apartamento, muchas de hecho y sería muy pesado tener que caminar tanto a altas horas de la noche. El pelirrojo sacó el celular de su bolsillo, marcándole a su amigo. Solo esperaba que conteste la llamada.

- ¿Hola?

- Xiumin, ¿estás ocupado?

- No... estaba durmiendo.

- Perdón, no tengo dónde pasar la noche, ya es muy tarde y no sé que hacer.

- ¿Qué? ¿Qué pasó?

- Realmente no quiero hablar de ello ahora...

- Esta bien, ven para mi apartamento. Te espero abajo.

- Vale, muchas gracias.

Luego de colgar, y con mochila al hombro, Hobi caminó lo más rápido que pudo, fueron muchas cuadras, pero al final llegó. Su rubio amigo se encontraba de pié en plena acera, vistiendo un holgado pijama, pantuflas y una manta sobre sus hombros. Se veía muy tierno.