Secretos

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Una fuerte tormenta azotaba contra la ciudad de Seúl, por el calor que había estado haciendo la lluvia no se hizo esperar mucho, aún así era una noche un poco calurosa, Yoongi caminaba con rapidez, apretaba sus puños con fuerza y no paraba de pensar en toda la mierda que había pasado éste día, sabía que todas las acciones tienen sus consecuencias, pero.. Él no creía que esto era karma ¿o si?

(...)

Catorce horas antes..

Habían pasado al rededor de dos semanas desde aquella noche de fiesta, donde todo comenzó, Yoongi y Hoseok no dejaron de verse, todo lo contrario de lo que pasó entre Jimin y Yoongi. La relación de "mejores amigos" se había "fortalecido", si es que esa es la palabra correcta, ellos reforzaban su amistad siempre que tenían alguna mínima oportunidad de verse, Hoseok ahora pasaba mucho más tiempo en su propio apartamento, que con Tae, intentaba disfrazar totalmente su pasatiempo con tontas excusas, y al parecer nadie se había dado cuenta por ahora.
No había rincón del apartamento en el que no hayan tenido sexo, Hoseok no podía resistirse a su mejor amigo, ambos sabían que eso estaba mal, pero ninguno quería que se terminara.
Por suerte nadie había notado el repentino cambio de rutina de ambos, literalmente cada que podían se encontraban para follar, lo hacían al menos unas tres o cuatro veces al día, parecían unos adolescentes hormonales. Hoseok se sentía muy bien de ser el único con el privilegio de poder ver la completa desnudez de su mayor, ya que después de que Yoongi y Jimin terminaron, el pelinegro no había tenido sexo con otra persona que no sea su mejor amigo. Tanto tiempo lo consumieron los celos y ahora entendía y aceptaba que era por que le encantaba su pequeño pelirrojo.
Aunque ese no era el caso de Hoseok, él no aceptaba lo que sentía por él pelinegro, aún no, ¿como de la noche a la mañana se enamoraba de él? Es ridículo, lo que ellos tenían era meramente deseo carnal.

- ¿Nos vemos esta noche? - Cuestionó Yoongi mientras terminaba a vestirse.

- Claro. - Respondió con una pequeña sonrisa.

Esa mañana era un poco atareada para el pelinegro, apesar de que era fin de semana tenia varias cosas que hacer antes de que finalizará el día, debía buscar unas cosas en casa de Jimin, pero aun no hablaban, así que Jin lo esperaba en el apartamento de ambos, para que no tuvieran que verse.

(...)

- Hola, Yoongi. - Saludó al abrir la puerta. - Pasa.

- Hola, ¿él no está? - Cuestionó mientras inspeccionaba el lugar con la mirada.

- No, tranquilo.

- ¿Y cómo estás tú? ¿Y Soo-yun?

- Estoy bien y ella duerme. - Respondió con tranquilidad.

- Hace tiempo que no la veo. - Mencionó mientras caminaba hacia la habitación de Jimin.

Yoongi sólo venía a buscar su ropa que Jimin se llevaba a veces por que no traía abrigo, o las prendas que el mismo pelinegro olvidaba en la habitación de Jimin. Era doloroso, pero Yoongi no buscó esto, el rubio simplemente se alejó de él y lo que mas lo desconcierta es no saber el porqué de su repentino cambio.
Pero lo parecía irónico como toda esa ruptura le había dado el valor para tener esos encuentros con su mejor amigo, que aunque eran a escondidas, seguía autoconvenciendose de que ambos se gustaban, de hecho, Namjoon y Kook casi los descubren una vez. Fue muy arriesgado y aunque Yoongi lo tomó con gracia, Hoseok casi muere, y qué si Jk se enteraba, seguramente le diría a Taehyung y eso no podía pasar.

Estúpidos Celos - [Yoonseok]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora