Después del divorcio con Sovieshu y llegar al Reino Occidental, Navier está rumbo a casarse, todos los reinos e imperios se están preparando para ir a la gran boda.
Lo que no sabían Heinrey y Navier, es que en medio de su felicidad, el día de su bo...
Los palabras con signos de " " son conversaciones. Y las de ' ' son pensamientos.
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Navier está rumbo a casarse, todos los reinos se están preparando para ir a la gran boda del Rey del Reino Occidental.
En el palacio del Reino Occidental, los sirvientes y nobles van de un lado a otro, arreglando los preparativos de la boda.
Navier y Heinrey estaban ensayando en el salón ceremonial para el gran día, porque no solo iban a oficializar su matrimonio, iba autoproclamarse Emperador de Occidente.
Un gran anuncio requiere de una gran organización, cosa que tenía de los nervios a Heinrey. El y sus ayudantes discutían cuál momento podría hacer el gran anuncio, pero las diversas opiniones alargaron la discusión más de lo necesario.
Eventualmente, Navier y él se dirigieron a un lado apartado del salón para tomar un descanso.
Heinrey se sienta abatido junto a Navier.
"Por más que haya imaginado el momento, sigo sintiéndome nervioso."
"Sé que lo harás bien.-Agarra su mano en una suave caricia buscando confortar su ansiedad- "¿De que hablaste con su majestad Sovieshu Anoche?"- Preguntó tratando cambiar de tema.
Ante el contacto, no pudo evitar estremecerse, pero no apartó su mano, Navier estaba dando suaves caricias.
"Mi reina, eres cruel, tomando mi mano y preguntando con esa mirada, no me queda más opción que responder"-Dió un suspiro- Solo usé las palabras adecuadas para hacer enojar a su Majestad Sovieshu.
"¿Estás enfada con Heinrey?"-Preguntó ante el silencio de Navier.
Ella no pudo evitar reírse ante el tono que usó. Aunque en Heinrey sonaba adorable, era la forma de hablar que más odiaba.
"No te enfades con Heinrey."
"No copies su forma de hablar."
El sonríe, mientras se recuesta en el hombro de ella.- "Esposa, realmente me gustas mucho".
Dejándose llevar por el momento, sonríe y se dan suaves caricias, enterneciendo la mirada de sus ayudantes y McKenna.
Ella se percató de esto y un poco avergonzada, su semblante se volvió más serio- "Heinrey, aunque no tienes que estar en buenos términos con Su Majestad Sovieshu, tampoco hay que causar un problema innecesario."-Dijo lo que creía necesario.
Al oír esto la expresión de Heinrey se volvió rígida- "Sabes que eres mi esposo y lo mucho que te quiero, pero debemos velar por el bienestar del Reino Occidental."- Dijo intentando aligerar el ambiente.
"¿Heinrey?"
"Debo confesarte algo." - Dijo un poco avergonzado.
Navier pensó que era otro de sus intentos de cambiar de tema, así que lo dejo ser y escucha atentamente.