Después del divorcio con Sovieshu y llegar al Reino Occidental, Navier está rumbo a casarse, todos los reinos e imperios se están preparando para ir a la gran boda.
Lo que no sabían Heinrey y Navier, es que en medio de su felicidad, el día de su bo...
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Días después del carnaval de verano, inesperadamente el Emperador y la Emperatriz decidieron ir de caza junto algunos nobles e invitados extranjeros.
Para sorpresa de Cecile, el Emperador le envió una invitación junto a su secretario, Mckenna.
Por lo que había oído, el Emperador solía invitar a sus más allegados e invitados con los que tenía buenas relaciones políticas, así que era de suponer que estaría conformado mayormente por personas que eran muy cercanas a Heinrey y Navier.
La idea que ellos la consideraran más que una extranjera, emocionaba el corazón de la joven dama.
"Estás dando muchas vueltas, Cissy. ¡Se te va hacer tarde!"
Suzaku, que había venido a buscarla, se encontró a una peliverde corriendo de allá para acá en medio de su habitación.
"¡Ya voy!"
La chica apenas estaba terminando de arreglarse.
Si era sincera, no había pegado ojo en toda la noche, de solo pensar que volvería ver al Emperador y a la Emperatriz.
Unos días antes, se había encontrado con ellos, pasándola tan maravillosamente, que deseaba volver a repetirlo.
Después de un tiempo, mientras iba en el carruaje al terreno de caza que estaba relativamente cerca del palacio imperial, su amigo empezó a comportarse extraño.
De un momento a otro, comenzó arreglarse la vestimenta y el cabello repetidas veces.
"¿Y a ti que te pasa?"
Preguntó Cecile un tanto curiosa por su extraña actitud.
Pero este, en lugar de responder, hizo una pregunta.
"¿Por qué no me contaste que tenías una amiga muy linda?"
Ah.
Entonces de eso se trataba.
"¡Oh, no! Ya sé en que estás pensando y no lo voy a permitir."
La chica lo miró con el ceño fruncido.
Su amigo le había empezado a gustar Lady Laura.
"Por favor, no haré nada malo."
Pero conociendo a su amigo, aún así advirtió.
"Ella no es como las mujeres que frecuentas. No creas que te va tomar enserio."
Sin embargo, antes de que este contestara, el carruaje frenó, llegando a la zona de caza del palacio imperial. El castaño Inmediatamente se levantó de su asiento, ignorandola deliberadamente.
"No permitiré que juegues con ella, ¡Me oíste Suzaku!"
