Después del divorcio con Sovieshu y llegar al Reino Occidental, Navier está rumbo a casarse, todos los reinos e imperios se están preparando para ir a la gran boda.
Lo que no sabían Heinrey y Navier, es que en medio de su felicidad, el día de su bo...
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Después de haber tomado un baño, hubo un pequeño problema cuando llegó el momento de vestirme.
Ahora que el clima era más caluroso, tenía que usar ropa ligera.
Heinrey... Debido a Heinrey las marcas en lugar de desaparecer, aumentaban más.
'¿Acaso es una costumbre de la tribu cabeza de pájaro?'
Besar todo mi cuerpo de esa manera, ese entusiasmo...
Siendo la emperatriz, no, incluso si no lo fuera, no podía andar tranquilamente por ahí con estas marcas en mi cuerpo.
Aún menos después de mi accidente con Cecile...
Al final, la Condesa Jubel que había elegido unos vestidos largos y ligeros, se enfadó un poco.
"Su Majestad la Emperatriz, las mangas cortas en este vestido son muy hermosas, y el escote de este otro también es hermoso. Hay tantos vestidos que me gustaría que usara, pero debido al Emperador... las opciones son muy, muy limitadas."
"Lo siento."
"No es culpa de Su Majestad la Emperatriz, pero por favor, dígaselo al Emperador."
Asintiendo y sonriendo torpemente, la Condesa Jubel sacó un vestido que había usado hace unos días.
"Este es el único que hay para cubrir todas esas partes con marcas."
Pero cuando terminé de cambiarme y fuí a la oficina, inesperadamente Heinrey estaba adentro.
Estaba apoyado en mi escritorio, ojeando un documento en el que había estado trabajando.
"¿Heinrey?"
Cuando lo llamé, Heinrey dejó el documento y sonrió.
"La letra de Reina se parece a Reina."
"Pff"
Solté un risita, recuerdo que menudo me decían en el Imperio Oriental que tengo una letra bonita. ¿Es eso lo que trata de decir?
Sin embargo, me detuve al mirar su cuello, me acerqué a él y alcé el cuello de su traje.
"¿Reina?"
"... Lo veo."
"¿Qué?"
"Marcas rojas..."
"Cielos."
Heinrey se frotó el cuello, sonrió ligeramente y miró mi cuello bien cubierto.
"¿Supongo que tenemos que ser cuidadosos hasta el otoño?"
"Así es, ahora la ropa es más ligera y corta."
"Entonces, está bien hacerlo dónde no se pueda ver, ¿verdad?"
Preguntó en tono juguetón, mientras enarca una ceja. En lugar de responder, le pregunté fingiendo mirar el documento que había dejado en el escritorio.
