Después del divorcio con Sovieshu y llegar al Reino Occidental, Navier está rumbo a casarse, todos los reinos e imperios se están preparando para ir a la gran boda.
Lo que no sabían Heinrey y Navier, es que en medio de su felicidad, el día de su bo...
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Imperio Occidental.
"¿Qué tanto piensa, Su Majestad?"
Preguntó la Condesa Jubel.
Navier se encontraba haciendo bordado mientras pensaba en los hechos ocurridos en los últimos días, el supuesto fantasma, el otro lado de Heinrey y la extraña expresión de Cecile al despedirse la noche anterior.
Eventualmente, su bordado se terminó arruinando.
"Estoy pensando en el escándalo del fantasma."
"¿No dijo Su Majestad el Emperador que no se preocupara por eso?"
"Eso dijo, pero..."
"¿Te inquieta?"
"Nunca se sabe cómo puede cambiar las cosas incluso por un pequeño rumor. Sería mejor aplacar lo de antemano. Especialmente si la intenciones de la persona que inició el rumor no son buenas."
Pero, ¿Qué debía hacer?"
Había considerado de antemano decirle al Vizconde Langdel que vigilara el lugar donde aparecía el fantasma con sus caballeros.
Incluso Heinrey intentaba atrapar al responsable a su manera. Si fuera fácil de atraparlo, él ya lo hubiera hecho.
Sin embargo, la respuesta a esa incógnita llegó horas más tardes de quién menos esperaba.
El Duque Kaufman llegó a mi oficina para discutir un asunto que era más pertinente hablarlo en persona, que por medio de cartas.
"Entonces, como hemos discutido, los artículos del comercio son bienes esenciales disponibles en los continentes Hwa y Wol, bienes no indispensables disponibles en ambos continentes, bienes útiles no disponibles en ambos continentes, bienes exóticos de lujo, algunos cereales y frutos, entre otros."
"¿Quién sería un buen comerciante para encargarse del estudio de mercado?"
"Es necesaria la ayuda de Su Majestad el Emperador en esta parte. Yo tampoco he estado en el Imperio Occidental durante mucho tiempo, así que no tengo información detallada al respecto."
Cuando terminó la reunión, Kaufman se levantó y Navier también para ir despedirlo. Hubo silencio entre los dos, cosa que no extrañaba a Navier.
El solía suprimir su boca, que quería decir todo a su antojo, por culpa de la poción de amor.
Pero esta vez Kaufman miraba a Navier en silencio, como si quisiera contarle algo importante.
En ese momento, soltó algo inesperado.
"El Marqués Ketron lo dirige y el Duque Liberty hace de la vista gorda."
No dijo nada más. Después de eso, salió rápidamente.
Pero Navier comprendió lo que quería decir.
'¡El escándalo del fantasma! ¡Fue dirigido por el primo de Christa!'
