Mi bruja dorada (Hunter x tú) The Owl House

La cabaña

-¡Madre, cuidado!- gritas desesperada. En un abrir y cerrar de ojos tu madre ha perdido el control del auto bajo la lluvia al tratar de esquivar un venado que se atrevesó.

Lo único que puedes escuchar es el sonido de las llantas derrapando sobre el concreto mojado de la carretera, un sonido que varias veces habías receptado en películas y un par de veces, en el tránsito de la ciudad. 

Mientras este chirrido provocaba eco en cada parte tu cuerpo el cual estaba moviendose de izquierda a derecha dirigiéndose hacía un árbol frondoso que supondría la muerte de ambas, en tu cabeza y ante tus ojos empezaron a reproducirse un sin fin de recuerdos de tu vida: Aquella vez que tu madre te abrazó porque tu primer novio te dejó, la vez en que tu padre te dijo lo orgulloso que estaba de ti, cuando viste a tu hermana menor recien nacida por primera vez, tu primer beso, y sobre todo imaginaste como reaccionaría tu familia al recibir la noticia de tu muerte, a tu hermana llorando inconsolablemente, a tu Padre teniendo un shock sabiendo que nunca se iba a poder recuperar o a tu madre en la cama del hospital deseando haberse ido contigo... porque si, una parte de ti creía que tu madre sin duda iba a sobrevivir, eso era lo que mas deseabas.

Puede que realmente el tiempo fueran 2 segundos, el tiempo que le tomó al venado atravesarse en el camino; pero sentiste que fue toda una vida de logros y decepciones en un proyector de película mental. 

Y entonces sucedió, todo se volvió dolor y oscuridad.

-Mamá...- Susurras a la par que tus ojos van abriéndose poco a poco, con un dolor en la cabeza y rostro. Volteas buscándola, y ahí a tu izquierda esta, inconsiente sobre la bolsa de aire que se reventó. No sabes cuanto tiempo ha pasado desde que impactaron el árbol. -Mamá...- tu voz quebrada, producto de una garganta lastimada que busca gritar pero sientes dolor con tan solo respirar. 

Con todas tus fuerzas, te empiezas a desabrochar el cinturón temblando y bajas del auto. Caes de rodillas a un suelo mojado, húmedo y lodoso. Las hojas frías se quiebran con cada movimiento que haces, y de manera milagrosa consigues ponerte de pie para dirigirte renqueando hacía el otro lado del auto donde esta el cuerpo posiblemente inerte de tu progenitora.

Estas llorando, desesperada e intentas abrir su puerta lo cual no es posible. Mil cosas se te cruzan por la mente. Buscas en tu suéter el móvil para poder marcar a emergencias pero no hay señal. "Por favor, ahora no" piensas. Caminas con dirección a la carretera con esperanza de que algún auto o peatón pasara pero todo esta completamente solo. El móvil marca las 13:00 pero el cielo ya estaba tornandose sombrío, algo inusual aunque fuera época de Invierno. 

Estas inhalando y exhalando de manera jadeante y en la frigidez del clima, se forma nubes de vapor pequeñas, una tras otra sin parar.

-¡Ayuda!- Sacas fuerza de tu barriga y pulmones para poder pronunciar esa palabra. Vuelves a gritar caminando de un punto a otro, te acercas a varios árboles buscando con la mírada tal vez a alguna persona que  estuviera haciendo caminata pero nada. Era lógico por cuestiones climáticas pero no tienes cabeza para razonar eso.

Lloras, las lágrimas ruedan sobre tus mejillas ensangrentadas para caer y adornar aún más el lodo en una mezcla de agua salada y plasma.

Y de entre la oscuridad, la desesperanza y las ganas de desmayarte, ves lejos de ti una cabaña. Esta se ve muy vieja pero, no estas segura porque calculas estas a un kilometro de distancia. Ya lo último que te queda de fuerza la utilizas para poder correr a la entrada de esta. "Me desmayaré aquí" Piensas donde sientes que tiemblas de pies a cabeza y la visión actual se va apagando. 

Pestañeas y de un momento a otro estas en la puerta de la cabaña, justo enfrente cuando apenas un par de segundos atras aún fácilmente estabas a medio kilometro. "¿Cómo?" Te preguntas. Pero solo crees que no habías notado bien la distancia al principio.