Mi bruja dorada (Hunter x tú) The Owl House

El miedo de Hunter

Han pasado un par de días y aún no sabes nada de el equipo Eda, has estado esperando alguna llamada o mensaje de texto pero nada. En cambio, de quien si estas muy bien enterada es de tu familia. A diario, al menos unas tres veces por día le pides al espejo que por favor te muestre tu hogar para ver como estan. Te sientes aliviada al saber de ellos pero tu estrés y angustia por tus amigos te frustra.

-No te preocupes por ellos, estoy seguro de que estan bien.- Hunter intenta calmarte. -No dejes que la ansiedad te haga estar sin poder dormir.

-Oh entonces ¿Te has dado cuenta de que no he podido dormir?

-No lo tomes como crítica pero, he notado que tus ojeras han crecido. Me preocupas mucho, ¿por el momento no ha habido ningun ruido o voz que te este molestando?

-Además de la voz interior que siempre me ha hecho preocuparme por todo, no hay ninguna otra.-

Hunter rie un poco al escucharte decir eso. -Ven.- Hunter te pide seguirle. ¿A donde te llevará?

Pasan de la sala a lo que viene siendo el patio trasero que esta protegido por una barda pequeña de madera, hay un árbol frondoso que hace un sombra bonita sobre el zacate verde.

-Hace años...-Empieza a pronunciar Hunter. -...Viví una situación en la que no entendía bien que hacía yo en este mundo. Siendo meramente un clon del hermano de mi tío ¿Qué era yo?- Te invita a sentarte bajo la sombra, y prosigue sentarse a un lado tuyo. -¿Un clon? ¿Un recipiente? ¿Mis sentimientos si eran míos o solo eran una copia de lo que sentía mi predecedor? Mi cabeza daba mil vueltas...

-Debió ser muy difícil.- Realmente piensas que fue así. Con lo sucedido recientemente imaginas en parte lo doloroso que debío haber sido no saber qué proposito tienes si descubres que una parte de ti no eres tú, sino una copia.

-Lo fue pero Luz, Gus, Flapjack... ¡Willow!- Dice feliz. -Me ayudaron a sentirme mejor. Cuando creí que no debía existir, ellos me hicieron ver que yo simplemente soy yo y todo lo que hago es por mí mismo. No valía la pena preocuparse de quien era yo, ellos me convencieron de que era parte de su equipo y tenía un propósito: Ser feliz.

Mientras te cuenta todo esto, no puedes dejar de verlo. Examinas sus facciones delicadas pero masculinas, admirando lo fuerte que es, emocionalmente.

-En mi mundo no soy una persona muy popular, de hecho no tengo amigos.- Confiesas. -Intento socializar pero cuando llega el momento de hablar, solamente pienso en que todos me odian y solamente esperan que falle para poder burlarse de mí.- Volteas a ver a Waffles jugueteando con el agua de una pequeña fuente a unos metros de ti. 

-Estoy seguro de que si te conocieran, les agradarías.

-¿Cómo lo sabes?- Le cuestionas. Y ambos cruzan miradas.

-Porque a todos nosotros nos agradas.- Sonríe. -¿Notaste que todos estan dispuestos a ayudarte? ¿Has reflexionado en eso?

-Un poco. Si me hizo feliz pero, me siento culpable. Si les llega a pasar algo por mi culpa...

-No es así.- Te interrumpe. -No se los pediste. Pensar así solamente te hundirá, de hecho te invité a salir aquí porque quería enseñarte el lugar que yo uso para poder meditar.

-¿Meditación?- Has escuchado del tema, de hecho lo has intentando hacer en el pasado pero siempre terminas sobrepensando e interrumpes la sesión.

-Sí. No mentiré al decirte que en un principio lo que me ayudó fueron mis amigos pero, gran parte de mejorar depende de ti. Asi que... ¿Qué te parece si lo intentamos?- Se coloca frente a ti con las piernas cruzadas, viendote fijamente para poner sus brazos sobre sus rodillas.