Capítulo 2

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–Kacchan~... –suspiraba Izuku mientras veía su desayuno.

–Has estado repitiendo el mismo nombre toda la mañana, ¿Te sientes bien, cariño? –preguntó Inko, preocupada al ver a Izuku de tal forma. –Estás todo rojo, ¿Tienes fiebre? ¿Quieres que llame a un doctor?

–Estoy bien, mamá, es solo que... Kacchan~ –volvió a suspirar el pecoso. –Es un Alfa que conocí hace un par de días, es tan lindo... –Izuku removía el cereal con la cuchara mientras pensaba en aquel apuesto Alfa que había robado su corazón con tan solo intercambiar unas cuantas palabras.

–Oh, ya sé que es lo que pasa. –sonrió Inko con dulzura. -Ese chico debe ser realmente especial si te tiene así, Izuku. –dijo riendo un poco; ella conocía a su cachorro y sabía que era un hueso duro de roer: ha rechazado a todos los Alfas y Betas que se le han declarado. Así que era nuevo para ella ver a su hijo enamorado.

–Lo es...

–Si sigues así de distraído no te podrás concentrar en las clases.

–Descuide señora, yo me encargaré de que Zuzu no baje de calificaciones. –Dijo el rubio bajando de las escaleras, a veces él se quedaba en casa de Izuku o viceversa. –¡Acabo de revisar los horarios y nos ha tocado en el mismo salón! –gritó felizmente mostrando una hoja con los horarios impresos.

–La escuela te mantendrá bastante ocupado, Izuku. Trata de no distraerte tanto.

–Tranquila, mamá, no lo haré. –dijo el pelirosa tomando sus cosas y dirigiéndose a la puerta de su casa.

–¿A dónde vas?

–Iré al parque; a esta hora Kacchan sale de entrenar y pasa por ahí. –contestó Izuku alegremente.

–¿Y tú cómo sabes eso?, ¡¿A caso lo has estado acosando?! –preguntó su amigo estupefacto, pues le sorprendió bastante que su querido Zuzu supiera esa información.

–B-bueno, y-yo... –El ojiesmeralda jugaba con sus dedos nervioso. –¡Me tengo que ir ahora o sino no podré ver a Kacchan!

Izuku salió desesperadamente de su casa dejando a su madre y amigo completamente pasmados.

Corrió hasta que se dió cuenta de que se encontraba en el parque. Buscó con la mirada a Katsuki y se percató de que iba directo al lugar en donde él se encontraba. Se escondió rápidamente detrás de un árbol para admirar al cenizo, sí, sin duda Kacchan era el Alfa de sus sueños.

–¿Qué haces ahí, nerd? –preguntó Bakugou mirando al pelirosa, quien estaba tan sonrojado y sorprendido que no pudo siquiera responder, quizá necesitaba un mejor escondite. –Te estoy hablando, responde maldita sea.

–Am, y-yo est-taba... –Izuku estaba tan nervioso que dijo lo primero que se le vino a la mente. –¡Estaba buscando una hormiga!

–¿Una hormiga?, ¿En serio? –dijo Katsuki en tono de burla.

–S-sí, es que... Tengo una granja de hormigas en casa, y hoy me di cuenta de que faltaba una, y a ella le gusta venir al parque así que pensé que estaría aquí, aunque bueno, también podría estar en otro lugar, tiene toda una ciudad para explorar, pero yo quería empezar por aquí, y... –Izuku se percató de la mentira que acababa de inventar, así que decidió callarse y cambiar el tema. –Pero toda esta búsqueda ha sido agotadora, por suerte hay una cafetería a unas cuantas calles de aquí, ¿Quieres venir? –Zuzu acababa de... ¿Invitar a Katsuki a una cita? ¿En serio? Creo que ni siquiera se dió cuenta hasta que Bakugou respondió.

–De acuerdo; tengo algo de tiempo libre.

Caminaron en silencio hasta llegar a la cafetería. Buscaron una mesa al aire libre y tomaron asiento. No pasaron ni 5 segundos cuando Shoto llegó con las cartas listo para tomar la orden de los comensales.

Te Voy A Conquistar... ¡Lo Prometo! || Bakudeku || Omegaverse Donde viven las historias. Descúbrelo ahora