Izuku, un Omega joven que desea encontrar el amor verdadero algún día, y parece que ese momento ha llegado. ¿Logrará nuestro independiente Omega conquistar al Alfa de sus sueños?
–¡¿Q-qué?! –gritó completamente sorprendido. Definitivamente no se esperaba eso.
Un completo silencio invadió la habitación. Izuku se había puesto tan rojo como un tomate y tan impactado que no podía articular palabra alguna.
No lo podía creer, esto tenía que ser alguna especie de broma o un sueño. Quería gritarle a Katsuki que sí, que sería su novio desde ese momento, pero cuando estaba a punto de decir algo Bakugou lo interrumpió.
–¡M-mierda! N-no quería decir eso, bueno, es que es... Complicado. –explicó el Alfa. –No quiero que seas mi novio realmente, quiero que finjas serlo. –El rostro de Deku mostraba decepción y confusión, ¿A qué se refería Kacchan entonces? –Escucha, los extras que tengo como amigos fueron de chismosos con la bruja y la convencieron de que tú y yo estamos saliendo. La llamada que recibí hace un rato era de mi madre y quiere que este fin de semana te presente o lo que sea... –dijo sentándose en la cama. El pelirosa imitó esta acción. –Y le diría la verdad, si no fuera porque en cuanto se entere de que en realidad no tengo pareja me obligará a tener más citas y a convivir con otros extras. Pérdida de tiempo, tsk.
El Omega veía a su Kacchan atentamente, en verdad lo amaba. Sabía que mentir no estaba bien, y mucho menos si la mentira es sobre su relación, pero el Alfa se veía necesitado. No podía ignorar a su Omega interior; tenía que ayudar al cenizo.
–E-está bien, te ayudaré con... Tu problema. –habló finalmente. Quizá fingir ser la pareja de Kacchan no sea tan malo.
–Gracias, Deku...
Ambos se quedaron en completo silencio por unos minutos. Después, el cenizo se despidió del pelirosa y se fue a su casa. En cuanto Izuku vió al Alfa salir por la puerta, regresó a su habitación y se dejó caer en su cama soltando un suspiro de alivio.
–Kacchan estuvo aquí, en mi cama~ -susurró para sí oliendo una parte de su cobija. –Y me pidió que fuera su novio~ -recordó emocionado. Aunque después su sonrisa se desvaneció pensando en el lío en el que se había metido. –mañana pensaré con más claridad...
Al día siguiente, Izuku se levantó temprano para ir a la escuela. Era el primer día de clases y debía dar una buena impresión. Tomó un baño y se arregló. Se llevó puesta una sudadera de All Might, (su superhéroe favorito de los cómics), un short rojo, calcetas blancas y tenis blancos.
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Tomó sus cosas y se dirigió a la cocina para preparar su desayuno.
Se despidió de su madre, y junto con su amigo (que consideraba su hermano) salieron rumbo a la escuela.
Primer día de clases, ¿A quien no le gusta ir a una nueva escuela en dónde habrá adolescentes que seguramente sientan envidia y te juzgarán internamente mientras caminas por los pasillos y observas a todos riéndose de tí? Izuku estaba viviendo este suceso, así que solo agachó la mirada y continuó caminando hacia su salón de clases viendo al suelo. Denki por otro lado se había quedado en la cafetería para comprar algo de comida. Al notar que Zuzu ya no estaba con él se alarmó y se fue corriendo al salón en busca de su amigo.
