Capítulo 26

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Son heces.

Becca dejó su bolígrafo, parpadeando, y miró a Wayne que se elevaba sobre su escritorio. Por la emoción en su rostro, supo que estaba hablando de la sustancia de la misteriosa fotografía que habían dejado en su puerta. Había especulado sobre varias posibilidades diferentes para los resultados del análisis de Wayne durante los últimos días, pero honestamente podía decir que los excrementos no eran una de ellas. ¿En serio?

Oh, sí. No es humano Rebotó sobre las puntas de sus pies, claramente emocionado por lo que fuera que tenía para compartir. Siempre parecía sacar la mayor carga de las cosas más repugnantes.

Bueno, eso es... asqueroso. ¿Creemos que lo plantó allí a propósito, o el perro del asesino simplemente decidió hacer sus necesidades en su obra maestra?

No es canino, y yo diría que definitivamente lo dejó allí a propósito Wayne hizo una pausa, probablemente para lograr un efecto dramático, pero Becca no mordió el anzuelo ni preguntó. Suspirando, dijo: Me parece muy poco probable que nuestro sospechoso haya manchado accidentalmente su mensaje con estiércol de bisonte.

Llamaré a Dasha. Necesitamos inspeccionar el área por dentro y alrededor para ver qué podemos encontrar Becca temía la posibilidad de que estuvieran buscando un cuerpo, pero su instinto le dijo que eso era exactamente lo que encontrarían. Desafortunadamente, el análisis de la foto no les había dado nada para continuar, por lo que tuvieron que dedicar el tiempo necesario para analizar científicamente la evidencia. Que el asesino aparentemente les hubiera dado una dirección tan clara y distinta que habían tardado tanto en reconocer era frustrante, por decir lo menos.

¿Vas a ir con ella a la escena? preguntó Wayne. No solían unirse a la policía en el campo, especialmente cuando aún no había aparecido un cuerpo. Aún así, Becca no podía imaginar quedarse atrás en el laboratorio para este.

Iré. Becca tomó el teléfono de su escritorio. Volveré pronto, espero tener suerte.

Cruzaré los dedos para que no traigas un cuerpo contigo.

Eso sería maravilloso Wayne no era insensible, pero su amor por su trabajo a veces superaba su simpatía por las personas que alguna vez habían sido sus cadáveres. A decir verdad, probablemente era parte de la razón por la que era tan bueno en su trabajo. Nunca dejaba que la emoción se interpusiera en el camino de la lógica y el hecho científico.

Cuéntame sobre eso. Moviéndose incómodo, parecía casi dolorosamente sincero cuando dijo: Sé cómo te sentirás si no la encontramos a tiempo. Solo recuerda que no es tu culpa, ¿de acuerdo? Incluso si es demasiado tarde.

Becca le dio un débil asentimiento. Lo sé. Es su culpa.

Si sólo fuera así de simple.

***

Encontraron el cuerpo solo quince minutos después de su búsqueda. Con doce hombres y mujeres barriendo el área, no pasó mucho tiempo para descubrir el cadáver desnudo de una mujer de unos treinta años escondido entre los árboles cerca del lago. El asesino la había masacrado en un área que probablemente no tenía mucho tráfico peatonal y estaba fuera de la vista de las carreteras cercanas muy transitadas, pero aún estaba lo suficientemente cerca de la civilización como para que Becca se sorprendiera una vez más por su valor.

Su víctima parecía haber estado muerta durante al menos doce horas. La habían matado en el lugar donde yacía. Su asesino no parecía ocuparse del transporte de cadáveres. Eso significaba que tenía suficiente confianza en el manejo de sus víctimas que aparentemente no tenía reparos en obligarlas a acompañarlo a los lugares donde les quita la vida. Claramente había planeado matar a esta mujer aquí mismo días antes del asesinato real, por lo que Becca imaginó que la había agarrado en otro lugar y luego la había llevado aquí. De alguna manera se las había arreglado para llevarla a este lugar apartado sin despertar grandes sospechas, si la falta de testigos que reportaran actividad inusual fuera un indicio, y luego la había matado sin ser descubierto.

DOMESTICADA (FREENBECKY)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora