Las Canicas.

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Al terminar la serie de oraciones se levantaron y fueron a sus respectivas camas dejando a sus esposos sólos un rato.

Tanto Shen como Xie estaban angustiados de lo que estaba por suceder el día de mañana. Temían no ser lo suficientemente fuertes o hábiles para poder aliviar la carga de sus esposos y poder regresar a casa.

Claro lo tenían, sabían de ante mano que uno de los dos no iba a poder regresar a su mundo por más que lo deseara y eso los entristecía.

Ya en la cama, Shen Yuan estaba sumergido en sus pensamientos que no sintió cuando Binghe se recostó a su lado y le abrazó por la cintura.

-Tranquilo, Shizun, te prometo que mañana todo saldrá bien -pasó una de sus manos por la oreja de Shen para acomodar el cabello cercano a dicha área-, por el momento sólo dediquemos el tiempo a dormir y descansar.

Luo sumergió su rostro en el área del cuello de Shen brindándole un poco de Seguridad y confort a su amado antes de que ambos se durmieran.

Del mismo modo mientras esto sucedía del otro lado de la habitación Xie Lían tenía su rostro sumergido en el pecho de su esposo en un estado afligido, estaba disfrutando de su aroma, permitiendo que este lo embriagara y pudiera dormir sin mortificaciones.

Hua cheng por su parte no le dijo nada, sólo dejó que su gege encontrará la paz mental que necesitaba para dormir y poder descansar.

A la mañana siguiente todo sucedió como en los días pasados. El sistema se encargo de despertar los y dejarles los vegetales para que prepararan su desayuno.

Este fue el más extraño desayuno que hayan tenido en su corta estadía. Era silencioso, con un ambiente triste y decaído, preocupado y tenso, la comida apesar de que fue preparada por Luo quien cocina mejor que cualquiera en este mundo, tenía un sabor insípido. Y no era porque la hubiera preparado mal, no, claro que no, más bien, era porque todos estaba tan tristes que la comida no les sabía a nada.

Ninguno hablaba, pero todos sabían que aunque no lo hicieran las cosas estarían incómodas por el simple hecho de que en unos minutos tendrían que matarse los unos a los otros.

[¡Muy buenos días señores! En unos minutos comenzara el siguiente evento, estén preparados]

Xie lían ya no se tomó la molestia de tan siquiera repelar contra él por la manera en que los saluda. El que siempre parezca estar feliz le molesta bastante por el hecho de que él es el responsable de todas las muertes de sus hermanos marciales.

Y como el sistema dijo: no pasó mucho para que estuvieran otra vez en el centro de una luz blanca. Siendo esta el indicio de que tendrían que decirle adiós a alguien.

Cuando el brillo blanco se disipó se pudieron observar casas muy extrañas. Su arquitectura no les resultaba en lo más mínimo parecida a sus hogares. Estas casas eran pequeñas, de un sólo piso y de forma cuadrada, con un pequeño patio y una cerca para delimitar el terreno.

[El juego de hoy será súper fácil. Jugaremos a las canicas.
Osea que tendrán que hacer parejas de dos y se repartirán entre las dos bolsas que se les serán dadas las diez canicas.
Este juego es único porque ustedes decidirán como serán las reglas del juego.
Gana la persona que tenga más canicas.
A diferencia de los juegos anteriores, este juego no va a tener límite de tiempo.
Bueno, señores ¡comiencen!]

Con eso cada pareja agarro por su lado pensando en un juego.

Shen Yuan sabía que de este juego sólo uno de los dos podría salir con vida. Él no tenía problema en darle sus canicas a Binghe para que este ganase, si por él fuera se las daría, pero, conocía a su esposo, no las aceptaría sabiendo que eso podría repercutir en perderlo por tercera vez. No permitiría que eso volviera a pasar frente a sus ojos sin hacer nada, preferiría él morir que su esposo lo volviera a hacer. Por esa razón mientras caminaban Shen empezó a idear un plan para lograr asegurar la vida de su esposo y pudiera salir ileso de este estúpido juego.

El Extraño Evento del SistemaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora