【𝐋】❝Un ángel apareció de pronto para mí
Llévame a tu ciudad natal
Sé que eso es real, puedo sentirlo❞
ㅡDónde Circe Yamamoto tiene la misión de proteger a
Akira Fudo, u...
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apocalipsis.
Abro los ojos encontrándome con un techo color blanco, suelto un quejido al quererme moverme pero dolía bastante.
—¡Circe! ¡Despertaste!
—¿Amelia?, ¿Qué paso?— sentí mi garganta seca
—Te ataco un demonio en tu parte derecha de tu cintura, logro atravesar uno de tus órganos ocasionando una hemorragia, pero estas bien.
Asentí recordando todo lo que paso anoche.
Maldita Silene.
—¿Dónde esta Akira?— Me altere— El... el estaba lastimado también.
—Tranquila, El esta bien, una vez que el estuvo bien, te trajo a casa, estaba alterado y preocupado. De hecho se quedo toda la noche a tu lado, pero le dije que fuera a casa a descansar.
Me acomode derecha recargando mi espalda en la cabecera, toque la parte donde quedaba la herida pero solamente había una venda enrollada.
—Cure la herida con magia, la venda es por precaución.
—Gracias Amelia— Agradecí con una pequeña sonrisa.
—Te dejo descansar, sigues estando un poco cansada— se acerco a besar mi frente despidiéndose y seguir con sus deberes.
Una vez que se fue, mi habitación quedo en silencio, me levante cuidadosamente de la cama y busque la cajetilla de cigarros y un encendedor, cuando pase por el gran espejo vi mi cuerpo de pies cabeza.
Tenia puesta una blusa corta de tirantes blanca y unos shorts de color rojos.
Alce la blusa viendo nuevamente la venda.
Suspire abriendo el balcón y subí por unas pequeñas escaleras hasta llegar a la azotea, respire cuando estaba arriba viendo las luces de los faroles, y el aire fresco pasar por mi cuerpo.
Saco un cigarrillo y lo pongo en la punta de mis labios para después encenderlo con el encendedor. Me acuesto viendo el cielo estrellado mientras el humo pasa por mis pulmones y lo exhalo lentamente.
