¿Te quedarías si lo intentará? | Kiribaku

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El cumpleaños de Bakugou fue sencillo, el fin de semana –a pesar de que su cumpleaños fuera el viernes– pidió permiso de traer a unos amigos a casa de sus padres. Su madre sorprendida acepto de inmediato, era la primera vez que traería amigos aparte de Midoriya. Invito a Sero, Kaminari, Ashido y a Kirishima.

Comieron comida preparada por Mitsuki y jugaron videojuegos toda la tarde, fue simple.
Mina quería hacerlo en grande o al menos "inolvidable", como ella decía. Pero se mostró contenta todo el día, a pesar de que no hubo gente en todo el rincon de la casa.

Y los demás también, a pesar de que a excepción de Bakugou, a todos les gustaba estar en ambiente con mucha gente por doquier, podían conocer a nuevas personas, bailar hasta el cansancio, participar en juegos divertidos y claro, ¿por qué no?, Beber alcohol.
Aunque eran menores, la curiosidad sobre el alcohol y perderse bajo los efectos del alcohol sonaban tentadoras. Dos de ellos ya habían experimentado estar ebrios, menos Bakugou, Kirishima y Mina. Los dos últimos, a pesar de haber bebido, no llegaban al punto de perder la compostura.

En fin, ese no era el tema.

El tema es que la habían pasado bien, y la seguirían pasando bien si no fuera porque ya se habían hecho las 8 de la noche. Y no es como si pudieran tomar el metro o el bus a cualquier hora para llegar a su casa, así que se despidieron los tres adolescentes, dejando a un Katsuki contento en la entrada, siguió viendo la puerta sin moverse.

—Tus amigos son agradables. –mencionó con voz suave y apoyo su codo en el hombro del contrario– Pensé que invitarías una pandilla de simios, y si que lo son, pero de los que te puedes encariñar. –rió sonoramente.

—Olvida a mis amigos de secundaria, ellos no son nada ahora. –arrugó la cara al recordar su yo de escuela media.

—Hasta tu cambiaste... –murmuro– ¡Bien! Haré la cena, los bocadillos de la tarde no son comida. Por cierto, sube tus regalos y limpia la sala. –bajo el brazo del hombro del más alto, dio una palmadita en su espalda y se encaminó a la cocina.

Así como su madre lo pidió, se dirigió a la sala y levantó cuatro bolsas de regalo, estás no estaban pesadas, tenían diferentes tamaños.

Camino hasta las escaleras de su casa, que con facilidad podías encontrar tres habitaciones: baño, cuarto de sus padres y su habitación. Y ahí se dirigió, a su habitación.

Simplemente dejo los regalos en su cama y los observo un momento. La curiosidad apareció y se sentó en su cama para abrirlos, tomo una bolsa que tenía por decoración un pastel y la palabra en grande "feliz cumpleaños". Para su sorpresa, era un control de videojuego que estaba en una caja y encima de esta, una nota.

Me partí la cabeza pensando en un buen regalo hasta que recordé que no tenías un propio control. Así que te regaló tu primer control de Xbox. Feliz cumpleaños.
-Denki :)

Sonrió genuinamente, tomo la caja y la abrió, lo que más le sorprendió es que estaba personalizado, explosiones, grandas y otro que otro símbolo. Realmente estaba agradecido, pudo imaginar cuánto le ha costado el control por si solo más aparte la personalización. Era un muy buen regalo, era demasiado, pero también estaba demasiado emocionando por dentro, no podía esperar el día que pudiera estrenarlo junto con sus amigos.

Guardo el obsequio de nuevo en su caja y lo metió a la bolsa de regalo. Decidió elegir otra bolsa, está era totalmente amarilla, sin ninguna decoración. Cuando la abrió se sorprendió nuevamente, era un videojuego que había salido hace apenas unos días lo sacaron a la venta, pero antes de que pudiera ir a comprarlo se había agotado. Le emocionaba tenerlo por fin, porque lo estaba esperando desde hace años. Cuando quiso comprarlo cuando era más joven no pudo conseguirlo, y ahora que volvió al pasado tampoco pudo conseguirlo por si mismo.