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—¿En donde están Bakugou y Kirishima? –pasó por la sala común y la examinó, solo encontró a Shinso y a Denki jugando videojuegos, y Sero viendo su celular, que de inmediato volteo a ver a la peli rosa en cuanto habló.– Hola Shinso.–levantó la mano en forma de saludo.

—Hey. –asintió con la cabeza sin dejar de ver la pantalla.

—Kirishima está con Bakugou. –movía con concentración los botones de su control.

—¿Ah si? –miro al rubio con sorpresa y luego sonrió, para después murmurar para si misma– ¿Así que fue a pedirle perdón, eh?

El chico de cabellos negros solo la miraba de lejos, le dio un vuelco en el corazón y empezó a sudar. Dudo un poco pero se levantó del sillón y camino hacia ella.

—Mina, quiero pedirte un favor, pero necesito que sea solo entre los dos... –volteó a ver disimuladamente al chico rubio y al peli morado que reían y veían con atención la pantalla del televisor.

Lo miro confundida pero asintió, empezaron a caminar hasta la cocina, no había nadie ahí así que se pusieron cómodos. A decir verdad, a Mina le intrigaba sobre lo que quería hablar con ella, no solía pedirle favores y menos pedirle que se vieran a solas.

—¿Qué sucede? –le sonrió sin mostrar los dientes.

—¿Te acuerdas del reto de Bakugou? –rascó su cabeza– Me gustaría que me ayudes a planear la cita de la chica que me gusta.
–sonrió con timidez.

....

—¡Eso fue lo que dijo! –se quejo y abrazo fuertemente una almohada.

—Faltan dos meses y ese idiota ya planea que hacer, ¿Que le dijiste? –decia mientras sus ojos se posaban en el libro que me había regalado cierto pelirrojo. No había avanzado la página desde hace ya rato, sus ojos volvían a leer el mismo párrafo, no podía concentrarse en la lectura gracias a su amiga.

—Le dije que sí. –hizo un puchero– Con una estúpida sonrisa amistosa, como me hubiese gustado mostrar desagrado o enojo. –Ahora entiendo a Kirishima, pensó y bufó.

—Acabo de tratar a un idiota y volvió otra idiota a lloriquear a mi habitación. –suspiró y cerro el libro– Decías que no te gustaba, ¿Por qué cambiaste tu parecer?

—Porque... –tenía la respuesta pero le avergonzaba, su rostro se volvió aún más rosado– Es muy amable conmigo, siempre lo ha sido. Tan considerado y me da mi espacio. –empezó a jugar con sus dedos– Es listo, se puede decir que más que yo. Tal vez no es tan confiado, pero cuando está decidido en hacer algo siempre está determinado. Me gusta porque es él. –sintió vergüenza cuando volvió a la tierra– Pero le gusta una chica... Y seguramente más linda que yo, seguramente tiene un cabello lindo –inconcientemente empezó a tocar su pelo y su rostro se volvió uno triste– Seguramente tiene gustos menos exóticos, es más femenina y más callada, además te aseguro que es morena.

—¿Por qué crees que le gusten morenas? –la miró con una mueca.

—Hace dos semanas salimos al centro comercial y se quedó embobada con una chica. –suspiró– Le pregunté que si acaso le gustaban las morenas, me dijo que sí. –soltó una queja de frustración y abrazó la almohada del pelirubio.

El ojirubi rodó los ojos, sabía claramente que Sero no tenía tipo de chica desde que se quedó perdidamente enamorado de Ashido. Ni siquiera se rompería la cabeza para encontrarle una razón a sus acciones.

Se levantó de su escritorio y se acercó a la cama, mirándola desde arriba solo la miró con desaprobación.

—Deja de preocuparte tanto, sabes que Sero no tiene tantas amigas y tú sabes que esas pocas solo las considera como amigas. Si resulta ser una chica de otro salón, seguramente lo rechace y tú deberás aprovechar la oportunidad. –encogió los hombros, era un gran mentira pero lo valía, tampoco podía decir que ella era la chica que se le declararía.

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⏰ Última actualización: Apr 23, 2024 ⏰

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