Capítulo 6

2K 216 9
                                        

Nunew pensó que iba a morir. Cuando levantó la vista y vio a Park de pie, vestido con su chaqueta de cuero café y guantes sin dedos, y una medio sonrisa en su rostro, Nunew literalmente sintió su corazón parar en su pecho. Su cola dejó de moverse detrás de él, y sus orejas cayeron sobre su cabeza por la vista del hombre.

―Hola, Nunew. ¿Qué haces aquí?

Zee pareció notar la incomodidad de Nunew inmediatamente. Sus ojos se redujeron, aunque su voz fue extrañamente tranquila.

―¿Quién es éste, Nunew?

A Park no pareció gustarle eso, este hombre bien vestido y de aspecto agradable que había sido claramente el que compró el contenido de todas las bolsas alrededor de sus pies, no sabían quién era.

―Oh, soy un amigo de Nunew. Puedo ver que eres un amigo, también.

Nunew, ¿Por qué no me dijiste que tenías a alguien cuidando de ti? He estado buscándote por todos lados.

Nunew lo sabía y ahora no tenía la menor idea de qué demonios se suponía que iba a hacer, o lo que se suponía que tenía que decir, quería deshacerse de Park antes de que dijera o hiciera algo que hiciera que Zee se arrepintiera de todas las cosas que había hecho por Nunew.

―Yo... fui invitado a una manada― dijo. No se atrevió a dar el nombre de Zee. No quería que Park usara eso en su contra más tarde o tratara de seguirle la pista, aunque era imposible saber lo que haría Zee y de si él daría o no su propio nombre.

―Una manada― preguntó Park, mirando a Zee con renovado interés.

Zee sonrió al hombre, sus ojos brillando de rojo, y separando los labios para revelar sus dientes blancos. Sus dientes blancos que habían crecido en las puntas dentro de su boca.

Los ojos de Park se abrieron, y dio un paso atrás ante la vista de los colmillos. Claramente, sabía reconocer una amenaza cuando la veía, aunque nadie le dijera una palabra.

―Ya veo― respondió Park, frunciendo el ceño antes de poner su mano justo en el hombro de Nunew, como si fueran buenos amigos o algo así. ―Bien entonces, supongo que tú y yo podemos hablar más tarde sobre tus pagos. Estoy seguro de que podemos trabajar en algo ahora, pero no te molestaré más ya que estás con alguien.

―¿Te vas a ir?― Nunew casi no podía creer su suerte, y sus orejas se levantaron en la parte superior de su cabeza, señalando la buena noticia.

Park entrecerró los ojos, abrió la boca, pero luego aparentemente se contuvo antes de que pudiera decir nada malo o desagradable frente a Zee. Cubrió esa expresión maliciosa con una sonrisa que tuvo a las orejas de Nunew cayendo de nuevo.

―Te veré por ahí, lindo. No vayas a desaparecer de mí de nuevo. Lo dijo como si estuviera bromeando con un amigo, pero incluso cuando sonrió y se despidió con la mano, y luego dio la vuelta y se alejó, el corazón de Nunew se hundió.

Miró a Zee y luego hacia abajo a sus manos. Soltó el chocolate caliente que había estado bebiendo y puso las manos en su regazo. Zee iba a hacer algunas preguntas, y Nunew no tenía ganas de eso.

―Creo que hay que irnos― dijo Zee, poniéndole la tapa a su agua y poniéndose de pie.

Nunew asintió y se levantó para seguir al hombre. Cogió un par de sus bolsas, realmente sintiendo su peso ahora que los dos abandonaban el centro comercial y regresaban a la camioneta de Zee.

Nunew no podía dejar de mirar a su alrededor, preguntándose si Park estaba observándolos. Si viera el coche de Zee al que estaba a punto de entrar, entonces sabría que Zee tenía dinero.

Dulce - ZeeNuNewDonde viven las historias. Descúbrelo ahora