Zee trajo de regreso a su compañero a su hogar compartido. Su casa. Esa era la clave. Este lugar ya no era donde Zee venía sólo cuando quería dormir o conseguir algo de paz y tranquilidad antes de ir a tratar con el resto de la manada. Esta era su casa y la de Nunew, y nadie, ni el bastardo snob, ni sus estúpidos pensamientos prejuiciosos, alejarían eso de él.
Mientras besaba a Nunew, sus bocas uniéndose apasionadas y con ganas de demostrar su afecto, se perdió al abrir la puerta y conseguir que ambos entraran. La altura y la posición y todo el movimiento significó que sus bocas tuvieron que separarse por unos segundos, pero luego estuvieron juntos de nuevo, besándose, lenguas empujándose y recorriéndose.
Nunew había hecho algo tan increíble para Zee, y ni si quiera lo sabía.
Había demostrado lo fuerte que era. No sólo en el sentido de que pudo sobrevivir en las calles, sino también en cómo se enfrentó a esa clase de personas que iba a encontrarse en su vida, les gustara o no.
Había hecho lo que cualquier orgulloso lobo haría, y se mantuvo firme. Él no había cedido, ni acobardado, o huido. Zee estaba tan jodidamente orgulloso de él por eso, tan orgulloso y feliz de que su compañero tuviera el tipo de autoestima que le permitió hacer algo así, a pesar de todo lo que ya había pasado.
También se había encendido viendo a Nunew devolverle las palabras a esos idiotas, y Zee luchó para conseguir sus manos dentro de la chaqueta de Nunew, bajo su suéter, para poder tocar la piel cálida del hombre, escuchar esa entrecortada respiración y luego, besar su cuerpo desnudo.
Nunew se quejó a través de su beso antes de que Zee incluso pudiera llegar tan lejos. Las capas de ropa estaban demostrando ser un problema, y Zee necesitó alejar su boca para ver lo que estaba haciendo.
Últimamente, los dos estaban vistiendo mucho, bufandas, botas, guantes y chaquetas pesadas, por lo que salir de todo eso no sería tan fácil.
Nunew dejó caer su diario al suelo. Zee lo recogió antes de que la nieve pudiera derretirse y mojar las páginas. Lo puso al final de la mesa junto a la puerta y luego devolvió su atención en conseguir a Nunew fuera de su ropa.
Nunew se rió cuando se bajó la cremallera de su chaqueta, y Zee le ayudó a salir.
―Tenía un poco de frío, pero ahora estoy demasiado malditamente caliente.
―Eres muy caliente―, dijo Zee, una broma rara en él, pero no le importaba. No era como si Nunew fuera a difundir alrededor que él estaba haciendo bromas cursis como esa.
Cuando se acordó de que Nunew era un escritor, casi detuvo el movimiento de sus manos. Esperaba que Nunew no pusiera nada de lo que dijera en un libro.
Nunew se quitó las botas. Normalmente era tan cuidadoso con ellas, con todo lo que Zee le había dado, como si todos fueran artefactos preciosos que necesitaba cuidar tierna y amorosamente.
Ahora no. Ahora entre más capas estuvieron fuera, Zee pudo ver claramente el bulto que crecía en los pantalones vaqueros de Nunew y su propia polla y bolas respondieron en consecuencia a la vista.
Zee prácticamente se arrancó la ropa a sí mismo. Sólo llevaba pantalones y calcetines mientras agarraba a Nunew, y los dos se besaban mientras hacían su camino a la sala de estar. El dormitorio estaba a un total de veinte pies de distancia, y eso era malditamente demasiado en este momento.
Las orejas de Nunew se animaron, y su cola se meneaba cuando prácticamente lo empujó sobre el sofá, riendo, viéndose tan diferente del hombre que Zee había rastreado y encontrado sentado en esas gradas de piedra. No estaba tan flaco, por un lado. Había un brillo saludable en su piel, e incluso sus cicatrices eran menos pronunciadas gracias a una dieta saludable.

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Dulce - ZeeNuNew
Fiksi PenggemarNunew Chawarin ha pasado la mayor parte de su vida en las calles. Ser un hombre lobo defectuoso significa que ninguna manada lo aceptará. Se acercan las festividades de invierno, la nieve se prepara para caer, y Nunew tiene hambre. Entonces conoce a...