1.- LA LLEGADA

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"No haga preguntas que no quieres saber.
No me interrogues cuando conoces la respuesta."


Sonreí ampliamente cuando observé frente a nosotros la pequeña casa en los límites del bosque. Era robusta, y precisa para que dos personas vivieran en ella.

Hace una semana había pagado los primeros dos meses de arriendo. Al estar lejos del pueblo, y algo antigua, la conseguí a un buen precio. Y con el sueldo de un pequeño trabajo luego de clases, podría facilitar los pagos mensuales, sin utilizar el dinero que tenía ahorrado. 

-. ¡Anjalí, mira el jardín!.- Chilló Evander una vez dejamos nuestras pocas pertenencias en la sala de estar ya amueblada con un sofá y un televisor. Reí cuando noté como se acercaba rápidamente a revisar la zona. 

-. Lo sé. Cuando vi las fotos supe que te gustaría. 

-. ¡Lo amo! Podríamos hacer días de picnic cuando no llueva, o yo podría pintar en el balcón.

Asentí, revolviendo su cabello. 

-. Te compraré materiales para que puedas pintar. ¿Te parece mañana luego de clases?

En cuanto mencioné la palabra prohibida, los quejidos de Evan se hicieron notar. 

-. ¡Pero An! Pensé que el ser fugitivos nos liberaba de la escuela.- Se quejó, mientras fruncía su ceño de forma infantil. Sonreí divertida por su espectáculo. 

-. Claro que no. Otro beneficio de Forks es que la escuela que hay tiene becas completas para los alumnos. 

-. Tenías esto planeado hace mucho, ¿no es así?

Su pregunta provocó un pequeño silencio entre los dos. Mi sonrisa había desaparecido, y no pude evitar sentir algo de pena por nunca haberle comentado mi plan. ¿Pero cómo le decías algo así a un niño de nueve años? Era imposible de explicar. 

-. Solo digamos que tienes una beca completa, mientras mantengas tus buenas calificaciones y participes en el taller de artes luego de clases. 

-. Nada que no haya hecho antes.- Se encogió de hombros, antes de volver a sonreir.- ¿Puedo escoger el cuarto más grande?

Dejé que corriera escaleras arriba, y disfrutara por unos momentos nuestra pequeña libertad. 

Mientras acomodaba mis pertenencias en mi cuarto, no dejé de recapitular los nombres que mi mente repetía constantemente. Richard Saavn, Lira Smith, Loren Grayson.

Tres personas. Las tres con una pequeña distancia de una hora entre cada casa. Habitando en el estado de Washington, en ciudades que rodean Forks. 

Le había dicho a Evander que escogí este sitio para que se sintiera cómodo, y estuviera en un ambiente que adorara, lo cual no era mentira. Si me había preocupado de eso

Pero también me había preocupado de que aquellos tres nombres en mi lista fueran accesibles. Aquellas tres personas que habían hecho oídos sordos a todos los años de sufrimiento con los Park, y que en vez de hacer algo, nos habían abandonado con ellos, entregándoles nuestros papeles sin una adopción oficial; Ellos tres, que muy pronto acabarían recibiendo mi pequeña visita.

Volví mi vista al arma sobre la cómoda en frente de mi cama. Sonreí sin poder evitarlo, pensando cómo ellos se arrepentirían de hacernos pasar por un infierno, de no haber hecho su trabajo como debieron. 

¿Si acaso tenían familias? ¿Estaban arrepentidos? No me interesaba. Porque cada que una pequeña pizca de empatía llegaba a mi mente, la escena de el señor Park sobre mí volvía, junto a la señora Park tocando a mi hermano mientras este susurraba que no quería. 

𝐊𝐢𝐥𝐥𝐞𝐫 𝐪𝐮𝐞𝐞𝐧¹ || EMMET C. ||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora