𝐊𝐢𝐥𝐥𝐞𝐫 𝐪𝐮𝐞𝐞𝐧¹ || EMMET C. ||

2.- PRIMER IMPRESIÓN

"La ira puede esconderse. Puede ser invisible.
Pero jamás podrá ser ignorada."
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Observé con curiosidad mi alrededor, deteniéndome en los miles de rostros que habían a mi alrededor, observándome como si fuera una clase de experimento.

¿Acaso nunca habían visto a un coreano? Porque si es por mis ojos, romperé el hueso de alguien.

Caminé con incomodidad hasta la puerta que tenia en letras grandes y blancas "Gimnasio"

Observé una vez más mi horario, y bufando, cedí la puerta, dejando que el rechinar de esta llamara la atención de los presentes dentro.

-. Fantástico.- Gruñí, al ver más ojos sobre mí.

Caminé en silencio absoluto hasta el entrenador, que me observaba con curiosidad. Sin desviar la mirada de sus ojos, le tendí el papel que me han hecho cargar todo el día, el cual debía verificar que había llegado a mis primera clases del día.

-. ¡Hola, querida! ¿Eres la chica nueva, no es así?

-. Supongo. A menos que haya muchas chicas nuevas por aquí.- Murmuré, sacándole una risa. ¿Había sido gracioso?

-. Vamos, ve a los camerinos a cambiarte. Creo que te entregaron ya el uniforme.- Hizo una seña al pequeño bolso que colgaba en mi hombro. Yo solo pude asentir, volteando hacia el lugar indicado, de donde más personas estaban saliendo.

Traté de no tardarme demasiado, y de guardar bien mis pertenencias en los lockers. Lo último que necesitaba eran las bromas a novatos que solían hacer en mi antigua secundaria.

La cantidad de veces que me habían hecho salir en toalla a objetos perdidos... Si las contara con mis dedos, necesitaría los de mis pies.

No noté una presencia detrás mío hasta que el uniforme estuvo en mi cuerpo. No había querido cambiarme la camiseta, por lo que solo mantuve la camisa que acostumbro llevar debajo de la ropa, y coloqué la del uniforme encima.

Fruncí mi ceño cuando noté que la chica parecía estar absorta en su mente, aún cuando tuviera un libro en sus manos.

-. Hey, ¿Es opcional hacer la clase?

Al parecer, mi pregunta la sacó de su ensoñación, en la cual había parecido estar todo este tiempo.

-. ¿D-Disculpa?

-. He dicho, que si esta clase es opcional.- Repetí.- Porque no quiero asesinar mis pulmones con el aire antes del almuerzo.

Al parecer a la chica le causó gracia mis palabras, pues sonrió levemente.

-. No, no lo es. Solo estaba aquí esperando a que nadie notara mi ausencia.

Antes de que pudiera replicarle, el golpe en la puerta me sobresaltó.

-. ¡Vamos, chicas! ¡A la cancha!

Rodé los ojos por la ruidosa que era la voz del entrenador.

-. Creo que no será posible.- Hice una mueca en su dirección, mientras la veía asentir y guardar su libro.

Cuando abandonamos los camarones y caminamos hasta la cancha, la chica me tendió su mano, algo tímida.

-. Soy Bella, por cierto.

Le devolví el gesto, sonriendo.

-. Un gusto, Bella. Yo soy Anjali.

Lo siguiente que ocurrió, fue una intensa sesión de correr por la cancha. El entrenador haciendo pitar su silbato para indicar cuando acelerar o disminuir la velocidad, estaban generándome una preocupante necesidad de romper aquel objeto.