Historias

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Otro día en esa sala. Él, al igual que yo, estaba hastiado de la rutina, siempre era lo mismo. El doctor hacía las mismas preguntas como si se hubiera sentado una noche a escribirlas y ahora solo era recitar cada línea de su guion.

—Hoy quiero salir un poco de la rutina.

Vaya, eso sí que es una sorpresa.

—¿Qué sugiere, doctor?

—Hábleme un poco de usted, Allan.

—Ya sabe lo suficiente sobre mí. Sé que me ha investigado durante todo el año que llevo aquí.

—Tiene razón, pero necesito más de lo que me cuentan sus conocidos, de lo que demuestran sus acciones y de lo que deduzco de su comportamiento para saber quién es usted. Quiero conocerlo a fondo.

—¿Para qué?

—Si le soy sincero, me parece una persona muy interesante. Necesito saber lo que pasa por su mente en estos momentos.

—Voy a contarle un par de historias, sin embargo, queda bajo mi responsabilidad advertirle que hurgar tanto en mi pasado como en mi cabeza es parecido a escarbar en la basura. Tal vez encuentre un par de cosas interesantes, pero algo es seguro, se va a ensuciar. 

DemenciaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora