La lluvia se había hecho cada vez más intensa y las gotas de agua golpeaban fuertemente sobre los vidrios de la ventana de la habitación de Mateo. Cuando él era muy pequeño y se mudaron a esa casa, no tenían suficiente dinero para comprar muebles nuevos, por lo cual su madre que siempre había sido una mujer muy práctica decidió reciclar los muebles que habían pertenecido a su papá cuando era pequeño, dándole un estilo totalmente distinto.
Mateo estaba parado frente a la ventana, mientras miraba través de los cristales hacia la calle marcó el número de celular de Franco.
Después de varias llamadas, su amigo respondió.
-Hola Mateo ¿Cómo estás? -la voz ronca de Franco respondió al teléfono.
-Franco,¿Te pasa algo?
-Sí. Hoy me levanté un poco mal. ¿Necesitas algo?
-No. Solamente te llamé para aceptar la invitación de ir unos días a las montañas con ustedes.
- Era hora que te decidieras, ¡al fin eso es genial !En un rato llamo a Teo para organizar todo.
-Ok. Dejo todo en sus manos, pero no armen mucho lío, porque la última vez terminamos durmiendo en un hotel horrible.
-Bueno, eso fue culpa de Teo que quiso aprovechar que el hotel era barato. -y comenzó a reirse a carcajadas recordando como había sido bizarra la estadía en ese hotel.
-Ok. Échale la culpa a él. Avísame a que hora salimos mañana. Me voy a preparar la valija.
-Te envío un mensaje antes de pasarte a buscar.
Mateo se recostó sobre la cama y deslizó el celular a un costado. Todavía tenía la misma foto de fondo pantalla en el celular desde hacía mucho tiempo y no sabía explicar la verdadera razón por la cual todavía no la había cambiado. No había podido borrarla. En ella estaban él y Claudio juntos, al verla volvió a sentir una sensación de vacío en el pecho. A pesar de que lo había engañado con otro hombre, no había podido olvidarlo totalmente. Cada vez que pensaba en él su corazón sufría una vez más. Pensaba en como hubiera sido la vida de ambos juntos, pero ya no había vuelta atrás. La decisión había sido tomada tiempo atrás y no estaba dispuesto a volver a sufrir por amor.
Sin embargo Claudio no se había dado por vencido en perder a Mateo. Regularmente le enviaba mensajes a su celular, por lo que a Mateo se le hacía cada vez más difícil olvidarlo. La mayoría de las veces no contestaba los mensajes, si bien aún el amor que sentía por Claudio continuaba intacto, pero quería que sintiera al menos una parte del dolor que él había experimentado cuando lo había encontrado con un amante en el gimnasio.-
Una hora después su madre golpeó a su puerta varias veces, se despertó confundido, como si hubiera dormido demasiado tiempo.
-Mamá, ya te escuché, enseguida bajo a cenar.
-Si estás muy cansado, te traigo la cena a la habitación. -le respondió la madre amablemente.
-No te molestes, voy al comedor en 5 minutos.
La madre volvió a la cocina para terminar de ordenar todo para la cena. Los jueves por la noche siempre le preparaba su comida favorita: pizza.
-Mamá, ¿Cómo haces para tu pizza sea tan rica?, dime cual es tu secreto.
-No hay ningún secreto en la cocina, solo debes hacerlo con amor.
-Mañana me voy con Franco y Teo a las montañas a pasar unos días. Ya hablé con Julio para que se encargue de hacer el control a mis pacientes. Necesito la valija de cuero marrón, ¿Recuerdas donde está guardada?
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DE REPENTE
RomanceMateo es un joven que ha sufrido una desilusión amorosa por la traición de su novio. Con sus amigos deciden pasar el fin de semana en una ciudad turística, donde conocerá a un hombre atractivo e inquietante. ¿Encontrará el amor en este hombre mister...