-3- Ese ángel

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T/N

- ¡Espera! -exclamó Cassiel- Eso... duele -susurró con vergüenza-.

- Tranquilo, ángel -le sonreí para darle seguridad- Solo cambiaré el vendaje -.

Se quedó callado, dejando salir algún que otro quejido, apretando las sábanas de mi cama en sus manos, suspirando para contener más de un grito.

Tamiel le había logrado vendar el ala hace un par de horas, pero tuvo que irse para asegurarse que mi padre y sus hermanos estuvieran bien.

Me quedé a solas con Cassiel en mi habitación, aunque habían pasado un par de horas desde que el ataque había terminado, aún no era seguro dejarlo volver al cielo.

- Abre el ala -le pedí con voz suave- Luego cierra y abre otra vez -.

Obedeció sin dudar, abrió lentamente su ala y la cerró sin prisa.

- Dejaremos el vendaje un rato más, aún te cuesta moverla -analicé mirando fijamente sus movimientos-.

- ¿Debo quedarme más tiempo entonces? Se hace de noche -señaló una ventana que confirmaba que pronto caería la noche-.

- ¿Quieres romperte el ala intentando volar hasta allá? -señalé el centro del pentagrama-.

- Solo digo que se hace tarde, alguien puede descubrir que sigo aquí y te meterás en problemas -se acomodó en un lado de mi cama-.

- No estaría aquí si no fuera por ti, salvaste mi vida allá afuera -guardé los utensilios médicos en una gaveta con cuidado-.

No dijo nada.

- Puedes descansar mientras, yo estaré alerta -le ofrecí dirigiéndome a un sofá cerca de la puerta-.

- ¿Por qué eres tan... linda conmigo? -dudó su pregunta-.

- Yo... supongo que me agradas, ángel -le sonreí con nervios-.

- Soy un ángel, tú eres un demonio ¿no se supone que nos odiemos a muerte o peleemos en nombre de nuestros líderes? -se acomodó en mi cama, extendiendo su ala herida-.

- ¿Eso tiene sentido para ti? ¿Pelear a muerte por cosas que pasaron hace siglos? -me recosté en mi sofá-.

- Es lo que enseñan allá arriba, disculpa por eso -suspiró arrepentido-.

- Tranquilo, debes descansar, no te recuperarás si te llenas la cabeza de preguntas -bostezé sin poderlo evitar-.

Cassiel también soltó un bostezo, recostó su cabeza y cerró los ojos, dándome libertad para mirarlo sin que se diera cuenta.

¿Por qué seguía fijándome en él? Su cabello, su rostro, su atuendo, todo de él me parecía tan nuevo, tan curioso.

[...]

Estuve por quedarme dormida debido al silencio de la habitación, justo cuando cerraba mis ojos, unos pasos apresurados resonaron en el pasillo fuera de la habitación.

- ¡T/N! -escuché la voz de mi hermana en el pasillo-.

- ¡Es mi hermana! -susurré asustada-.

Intenté alertar a Cassiel, pero no me había dado cuenta de que él ya se había quedado dormido.

Me levanté del sofá y corrí hacia mi cama, Charlie comenzaba a golpear la puerta, moví a Cassiel y tapé su boca para que no dijera nada, lo ayudé a levantarse como pude y lo llevé al balcón.

- ¡En un segundo voy! -grité para calmar a Charlie-.

- ¡Reunión familiar! ¡Nos esperan en el salón del trono de papá! -gritó de vuelta y se fue-.

♤Quemar El Cielo♤ ■CassielxT/N■ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora