♤Quemar El Cielo♤ ■CassielxT/N■

-19- Búsqueda

T/N

- ...Entonces decidimos programar tu regreso en... ¡Escucha T/N! -gritó Astaroth-.

- ¡Estoy despierta! -exclamé sacudiendo mi cabeza- Estoy... estoy aquí -.

- Deberías pausar tus escapes nocturnos un tiempo, o estarás cansada para... -.

- No sé a qué te refieres -negué y bostezé-.

- Alteza, te ruego que te concentres en esto -habló con más formalidad-.

- No me llames así -.

- No me dejas más opción, al final, eres parte del linaje de Lucifer -señaló-.

- Sigue diciendo eso, el pelotón de afuera aún no se entera -señalé la puerta detrás mío-.

Me removí en mi silla, Astaroth parecía interrogarme, caminando de un lado a otro repetidamente, encerrándome en una habitación solos.

- Deja de jugar, tu identidad dejará de ser un secreto si sigues arriesgando todo por unas copas con quién sabe quién -rodó los ojos-.

- Mi identidad importa un carajo justo ahora, tenemos peores problemas que ese -me levanté de mi silla-.

Astaroth me examinó con la mirada, podía sentirle recorrer mi cuerpo en busca de algo que me delatara aún más que mi cansancio.

- ¿Te refieres a los rumores? Ya me encargo yo, pero necesito saber por qué querías toda esa información, no es relevante para... -le interrumpí-.

- Te enterarás en cuanto esto se calme, la gente de la ciudad aún se recupera de los últimos ataques de ángeles, necesito más demonios que custodien los ardedores -.

- Necesitamos un mejor plan, pelear continuamente contra ellos como en un jodido bucle no es tu estilo -me reclamó-.

- Lo es por ahora, Astaroth, deja de cuestionarme -.

- Lo hago porque esto se hundirá si no hacemos algo, puedo callar los rumores sobre tus desapariciones de Orgullo, pero no puedo dejarte pasar que ordenes buscar el sitio de ejecución de un ángel que jamás conociste -insistió-.

[...]

- ¿Estás bien, T/N? -.

Miré rápidamente hacia Cassiel, me había perdido de algo, a juzgar por la sangre que tenía en el traje.

- ¿Tú estás bien? -pregunté de vuelta señalando la sangre-.

- ¡Oh! no es mía -respondió con una sonrisa-.

Me inquieta, pero también me tranquiliza.

- Los soldados que reemplazarán a los que murieron en el último enfrentamiento contra ustedes son bastante... entusiastas en sus entrenamientos -intentó limpiar la sangre con un pañuelo-.

Trajo a mi memoria cuando fuimos jóvenes, cuando me prestó su pañuelo para limpiar sangre de mi vestido, y jamás se lo devolví...

Aún lo conservaba en mi habitación del palacio de mi padre.

- ¿No te parece cruel entregarme a tus subordinados por mantener las apariencias? -le dediqué una mirada seria-.

- Podría hacerte la misma pregunta -me devolvió la mirada y no logré decir nada- Exacto, los dos ofrecemos sangre a cambio de mantener apariencias -.

Pero yo no enviaba a mi gente, últimamente solo enviaba a pecadores a pelear, siempre llegarían más, eso no me generaba remordimiento.

- Debemos continuar donde nos quedamos, quiero velocidad y fuerza, usa esas lindas cadenas, sin espada, solo cadenas -desvió el tema y se preparó para combate-.