Cassiel
Salía de la oficina de Lucifer, ya estando hasta el borde de mi paciencia, teniendo que lidiar con el desastre de papeleo que tenía ahí dentro.
Arrastré mis alas junto a mi cuerpo un par de metros por el pasillo, rogando a Dios para que me enviara una salvación o algo de esperanza.
- Eso fue rápido, ángel -la inconfundible voz de la hija menor de Lucifer me provocó un escalofrío- Pensé que esperaría mucho tiempo -.
- Princesa... T/N, gusto en verte -mis alas se levantaron con emoción solo al verla, ahora sentía vergüenza por mi reacción-.
- ¿Cómo sigue tu ala? -se acercó con los brazos en su espalda-.
- De maravilla, tus cuidados fueron efectivos -la felicité agradecido-.
- Me alegra saberlo, esperaba poder conversar contigo un rato -sonrió con notables nervios-.
Su propuesta me tomó por sorpresa, pero los ligeros e involuntarios movimientos de mis alas delataron mi emoción.
- Me encantaría -le ofrecí mi brazo para caminar juntos, internamente dudaba sobre mis modales-.
Ella aceptó mi brazo, comenzando a caminar y conversar sobre nimiedades como el clima y la decoración del pasillo. Entre más escuchaba su voz, me perdía del mundo exterior, como si mis oídos pudieran solo oírla a ella, mi corazón latía al ritmo de nuestros pasos sincronizados, y mi mirada se dedicó a detallar cada una de sus risas y expresiones.
Me sentí hipnotizado, hechizado o tal vez atraído por una fuerza extraña, esa joven que caminaba de mi brazo, me hacía sentir cada latido de mi corazón, me sentía ridículo por pensar así, sabiendo que la conocí hace poco.
Pero ella ya se estaba robando mi atención.
- ¡Deberías haberla visto! Pasaron décadas para que volviera a hablarme después de eso -me contaba con incontrolables carcajadas-.
Sin esperar, también solté varias risas, consiguió relajarme, hacerme olvidar del trabajo que tenía por delante, ella era una magnífica compañía.
- Ahora, cuéntame algo gracioso, debe haber algo de eso allá arriba -pidió-.
Comencé a hacer memoria en mi cabeza, claro que debía haber alguna experiencia divertida, pero no podía recordar nada, mi infancia fue bastante común.
- Lamento decepcionarte, pero no tengo recuerdos divertidos -me disculpé-.
- Ya veo, ¿Tienes hermanos? -preguntó para dejar el tema de lado-.
...Camael...
- Para nada -contesté forzando una sonrisa-.
- Tienes mucha suerte entonces -opinó bajando la mirada-.
- ¿Por qué lo dices? Se dice que tener hermanos hace más entretenidas las cosas -sentí curiosidad por su reacción-.
Nuestra caminata nos terminó por conducir hacia la entrada del jardín central del palacio, T/N dudó en seguir mi paso, pero nos adentramos en el jardín.
- Supongo que el reino de plata es muy distinto al infierno -soltó una risa nerviosa- En mi experiencia, los hermanos traen problemas, muchas peleas y distancia -.
Lo entiendo perfectamente...
- Aunque no pueda entenderlo, imagino que la princesa Charlie no es la mejor hermana -.
- Puede parecer amable e inofensiva, pero sigue siendo hija de mi padre -suspiró pesadamente-.
Me quedé callado, no podía seguir siendo tan hipócrita con mis respuestas.
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♤Quemar El Cielo♤ ■CassielxT/N■
Fanfiction♤ Esta historia fue escrita antes de la salida de la serie de Hazbin Hotel y sigue reglas propias, por lo que no todo lo canónico será utilizado aquí ♤ Además de ello, espero que disfruten leerla tanto como disfruté escribiendo, pues fue petición pú...