𝐂𝐚𝐩í𝐭𝐮𝐥𝐨 𝟓 [¿𝐅𝐢𝐧?]

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Una vez allí Michael se apresuró al baño para lidiar con su "problemita". Sin embargo antes de llegar a su destino fue acorralado por el pequeño, este lo tiró en un rápido movimiento al suelo.

-¿A donde crees que vas?- Preguntó mientras direccionaba su pequeño pie al miembro del ojiazul- El mayor se retorció ante aquel acto dejando salir unos leves quejidos.

El más bajo presionó lentamente la erección del chico causando que este soltase un gemido e intentase apartar la extremidad del castaño claro, esto solo llevó a que el menor apretase aún más fuerte aquella zona. Los pequeños gestos y sonidos causados por el mismo provenientes del adolescente no hacían más que formar una sonrisa siniestra en el rostro del crío.

Sin duda desde que abrió sus ojos de aquel coma comenzó a desarrollar cierta excitación por el infligir daño al mayor de los dos. Era algo que estaba iniciando a descubrir. Quizá fuese por las lágrimas que brotaban de aquellos ojos brillantes lo que más le gustaba. A veces llegaba a preguntarse si eso mismo sentía su hermano.

Pero de todos modos nunca había ido tan lejos como lo hizo su hermano años atrás. Eso aún le causaba frustración. ¿Por qué debía el tratar delicadamente al castaño cuando el casi acaba con su vida? No era justo, no al menos en los ojos de Evan.

El niño detuvo su acto y tomó al mayor por el brazo para levantarlo. Antes de que el chico se estabilizase de nuevo, fue arrojado a la pequeña cama del lugar. Evan haló un poco de su propio cabello y seguido soltó un suspiro -Ah...¿Qué debería hacer contigo hermanito?- Dijo al oído del chico previamente lanzado.

El menor lo contempló un rato mientras presionaba sus extremidades bloqueándolo de escape. Lentamente acercó su pelvis al cuerpo del mayor, esto generando el roze entre la erección aún evidente del de ojos esmeraldas y los glúteos del más alto.

En ese momento Evan pensó en algo, ¿Por qué no intentar cogerse a su propio hermano? Sabía lo enferma que era esa idea, pero ya había ido lo bastante lejos en situaciones posteriores. Además, estaba claro que si lo intentase el castaño no tendría las fuerzas para detenerlo.

Con ello en mente tomó las muñecas del más alto con una de sus manos y sacó de su bolsillo un pequeño lazo perteneciente a su ya fallecida hermana pequeña. El menor apreció la expresión horrorizada del adolescente al ver el lazo. Y es que Evan era el único allí al momento de la muerte de su hermana, lo que le permitió tomar ese brillante listón rojo característico de la niña. Sin embargo, eso no era lo aterrador, aquella cinta aún poseía rastros de sangre ya seca del último día de la pelirroja. -...D-Dime que no es verdad- Dijo el chico al observar el lazo. Evan solo río y respondió--Claro que es real, creí que disfrutarías el estar un poco más cerca de ella en este momento...-

Las lágrimas gotearon aún más fuerte de los ojos del castaño y su hermano aún sonriente continuó atando las manos del adolescente. Este último hizo una última pregunta-...¿Qué piensas hacer Evan?..- -Heh, tú solo espera hermanito...-

Siendo honestos, Evan no sabía por que estaba apunto de hacer lo que iba a hacer. Pero lo cierto era nadie lo detendría de ello. Al momento de entrar al hotel el menor se aseguró que las habitaciones fuesen a prueba de sonido, por lo que sin importar lo que hiciese con el ojiazul en ese lugar, nadie sería capaz de escucharlos, ni siquiera si el chico decidía pedir ayuda en algún momento.

Así que, ya con las manos del mayor atadas, bajó suavemente sus shorts hasta sus rodillas dejando a la vista sus prendas interiores, las cuales aún se encontraban mojadas debido a lo de hace rato. Evan acarició la erección de su hermano, no tardo en deshacerse de la prenda inferior y comenzó a masturbarlo.

Sin embargo, a diferencia de la última vez, el menor tomó uno de sus dedos y no sin antes humedecerlo, lo ingresó a la entrada del adolescente. -Ngh... N-No, no, sácalo...- Dijo el mayor mientras intentaba retirar la extremidad en su interior- Evan solo continuó con su expresión de satisfacción e ingreso un segundo dedo. Esta vez comenzó a simular pequeñas estocadas llevando al ojiazul a aferrarse a la almohada más cercana. Las mejillas del castaño volvieron a humedecerse a causa del líquido secretado por sus ojos.

El menor continuó con ello en intervalos donde reducía o aumentaba la velocidad de sus dedos. Hasta que finalmente decidió detenerse y sacar sus extremidades del interior del chico. El mismo lo miro aún con sus ojos llorosos algo confundido a lo que en respuesta el de orbes esmeraldas sonrió. Luego giró el débil cuerpo de su hermano de tal forma que quedasen cara a cara. El más bajo acarició el rostro de su contrario secando sus lágrimas -Si eres bueno me asegurare de no lastimarte- Susurro al oído del mayor antes de desabrochar sus propias prendas y tomar su miembro- De nuevo humedeció la entrada del castaño e ingresó delicadamente al interior del chico.

Michael dejó escapar un leve gemido de tanto placer como dolor. El más alto comenzó a tener pequeños espasmos a medida que su hermano aumentaba la rapidez de sus estocadas. El de ojos verdosos lo notó, y por más que odiase a aquella criatura no podía evitar sentir un poco de lástima por la situación en la que se encontraba. Estos sentimientos lo llevaron a darle un intento de "abrazo" para calmar las contracciones del más grande mientras incrementaba cada vez más la intensidad de su acto.

El ojiazul quería que el sufrimiento acabase de lo más rápido posible. No obstante, estaba claro que si intentaba parar a su hermano aquel acto duraría más tiempo. El mayor solo dejo que el castaño claro continuase con ello hasta que por fin se corrió en el interior del mismo.

Evan salió del interior del más alto quién aún se encontraba temblando y soltando leves sollozos ahogados. El de orbes esmeraldas subió sus bóxers y su pantalón para seguido levantarse de la cama ya impregnada con el semen y el sudor de ambos chicos.

Con la mínima consideración que aún le quedaba por su hermano le ayudo a limpiarse y cambió las sabanas contaminadas por unas nuevas. También cambió de ropa al castaño y lo cubrió con una manta. A este punto el mayor estaba tan débil incluso parecía una pequeña muñequita permitiendole a el más bajo hacer lo que se le antojase.

Finalmente el menor se preparó a dejar la habitación. Sin embargo, cuando ya se encontraba por salir miro hacia atrás y dijo una última frase -...Fue divertido jugar contigo hermanito...-

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Fin? No sé. Quizá continue pero no por ahora, creo que ya esta en un punto decente para dejarlo. Así que si llegaron hasta aquí, Gracias?..

El placer de tu llantoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora