𝐄𝐱𝐭𝐫𝐚 𝐈 (𝟏/𝟐)

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El mayor reposaba su cama con sus ojos cerrados. Ya era de mañana,pero no quería despertar, no quería pasar otro día junto a aquel niño que alguna vez llamó su hermano.

Aquel ser vengativo ya no solo lo atormentaba en sus sueños, sino que ahora era una realidad, una realidad con la que debía vivir por el resto de su vida. Sin embargo... ¿De qué vida hablaba? Realmente ya no había "vida" en el. Pasaba sus días encerrado en su hogar esperando a la merced de su hermano. Como si de una mascota se tratase.

El "niño" no tardó en tocar a su puerta. Un golpe, dos golpes, y entró a la habitación. El menor solía traerle el desayuno a su hermano. Quizá en alguna parte de su corrupto ser aún quedaba un poco de empatía hacia el chico y esa era su forma de expresarlo.

El más bajo entró con una pequeña bandeja entre sus manos y se acercó al lugar en el que se encontraba su hermano con una falsa sonrisa, dejó la bandeja en una mesita cercana y dirigió su mirada al ojiazul.

Delicadamente rozó sus párpados con la parte baja de su mano y comenzó a dar pequeños golpecitos indicándole al castaño que era hora de despertar. En respuesta el mayor se alejó levemente del tacto del crío y ocultó su cabeza bajo una de sus almohadas.

Evan se molestó ante la actitud de su hermano, así que tomó la almohada y la retiró de un tirón dejando así la cabellera del más alto a la vista. El menor acarició suavemente su cabello por unos minutos, más sin embargo al ver como el castaño volvía a acurrucarse, haló de uno de sus mechones causando que el más ojiazul abriese ampliamente sus orbes y se levantase de un golpe.

⸺Parece que por fin despertó la princesa- Dijo el de ojos esmeraldas en un tono burlón ⸺Bueno, apúrate y desayuna. Hay algo que quiero probar contigo hoy...- Acto seguido el pequeño sonrió y se dirigió a la salida. Abrió la puerta y se fue, no sin antes decirle al adolescente que lo esperaba escaleras abajo.

Michael solo obedeció e inicio con su comida, tras algunos minutos dejó la bandeja a su lado y se dispuso a dirigirse hacia el punto que había sido indicado.

Al descender se encontró con el menor reposando en el sillón con una caja a su costado. Este lo miró y sonrió. Hizo un pequeño gesto dándole a entender lo que buscaba. Michael comprendió de inmediato y se acomodó quedando al frente del menor. Este último enrolló sus brazos al rededor de la cintura del mayor de tal forma que el chico quedase en su regazo. Ya una vez con el castaño en brazos tomó la caja cercana. ⸺Hay algo que quiero que veas...- Michael lo miró curioso pero en especial preocupado.

El menor sacó una polvorienta bolsa del interior y comenzó a abrirla. De ella salió un brillante vestido blanco de varias décadas atrás. Michael sabía que lo había visto en alguna parte, más no sabía dónde. Eso hasta que el castaño claro tomó un velo de aquella caja. Estaba claro que era el vestido de boda de su madre.

Horrorizado preguntó a su hermano ⸺¿D-De donde sacaste eso?- Evan acarició su mejilla y sonrió ⸺¿Mmm? Lo encontré en el cuarto de William mientras buscaba mis pastillas para dormir  ⸺¿Pero creí que ya no tenías problemas con ello...?- Tras oír esto Evan río ⸺Oh Mikey, no las pensaba usar en mí- Michael lo miró con preocupación pero el pequeño cambio de tema antes de que pudiese procesar correctamente la situación

¿Sabes? Desde que ví este vestido en la boda de mamá, supe que quería verte usándolo también...-... Q-Qué mierda dices Evan...⸺No te preocupes por ello... -El menor hizo una pausa y rio-...Por ahora, tengo algo que se que disfrutaras ver~-

Tras esto el niño movió a Michael quien aún estaba en shock al costado del asiento y se levantó de allí. Se dirigió al sótano de la casa y al llegar a la puerta movió su mano indicando al adolescente que lo siguiera.

El placer de tu llantoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora