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«𝐍𝐨 𝐥𝐨 𝐯𝐞𝐚𝐬 𝐜𝐨𝐦𝐨 𝐮𝐧𝐚 𝐜𝐚𝐫𝐜𝐞𝐥.»
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Era una bella tarde estaba cayendo unas gotitas de lluvia, mi padre tocaba piano sus melodias escalofriantes, Rachel estaba en la cocina haciendo bocadillos y bueno...mi hermano estaba muy cómodo durmiendo sobre mis piernas. Parecía que al fin iba a estar tranquila, cuando entro Gellert mi tío.
-¡T/n querida diablilla! Mira, tienes una carta- me extendió una carta.
La tome sin moverme tanto para no levantar a Bastián, mire la carta.
Otra misma mierda, otra puta "Academia".
Apreté mi mandíbula sin darme cuenta, yo no quiero ir a ese lugar, es una puta mierda.
-¿Y? El gato te comió la lengua, ¿Que dice?- habla mi padre ironico, levanto la mirada.
-Fui aceptada en la Academia Howgarts de magia y hechicería, una solicitud que no ise y no planeo aceptar- tirando la carta a la mesa de centro.
-¿Howgarts, fuiste admitida en Howgarts?- entro Rachel con una bandeja de bocaditos.
-Si. ¿Te sorprende?- pregunte ironica.
-La verdad si, 2 escuelas no es para menos, pero lo que más me sorprende es la rapidez con la que te admitieron.
-Todo es por Gellert, no es obvio. De todas formas no planeo ir, esa una tortura.
-No lo veas como una cárcel. Míralo como un lugar donde conocerás gente- mi padre intentando convencerme, me mira.
-No. Es definitivo.
-Lastima, tu no eres mayor de edad, todavía haces lo que yo quiera- deja la bandeja en la mesa y se sienta de piernas cruzadas mirándome desafiante.
-¿Ah no? te reto.
-No lo hagas, perderás, no por nada soy la reina del infierno.
Siento una punzada en mi cabeza, esta mujer me hace dar jaqueca, me muerdo la lengua para evitar gritarle lo mucho que la detesto, pero los modales primero.
-Tranquila pequeña diabólica, solo es por un tiempo- las manos de Gellert me toman por los hombros.
Me suelto de mala manera y me levanto de golpe haciendo que se levante Bastián.
