Pasión del Corazón

Capítulo 24: Campamento de Verano (I)

- ¿Donghae? - preguntó Hyukjae al darse cuenta que su hijo le cortó la llamada.

- ¿Donghae? - preguntó Sehun al darse cuenta que su novio o bueno, su madre le cortó la llamada.

Sólo que la voz de ambos hombres llegaron al contrario.

- ¿Donghae? - preguntó Hyukjae hacia el otro joven que se hallaba en la cabina opuesta.

- ¿Donghae? - preguntó Sehun en respuesta mostrando el auricular que estaba en su mano izquierda.

- Sí, Donghae - respondió Hyukjae.

- Ay no puede ser, ahora todo tiene sentido.. ¡Qué tal confusión! - expresó Sehun ahora ya divertido al comprender lo que acababa de pasar.

- ¡Una gran confusión! - expresó Hyukjae ahora comprendiendo que no fue con su hijo con quien habló si no con un total extraño.

Ambos hombres colgaron sus bocinas respectivas y se acercaron, dándose la mano.

- Hola, mi nombre es Lee Hyukjae -

- ¿Qué tal? Mi nombre es Oh Sehun -

- Los nombres eran iguales, de seguro por ello la recepcionista se confundió de línea -

- Es lo más probable pero.. déjame decirte que mi Donghae es más hermoso que tu Donghae - dijo en son de broma Sehun.

- Lo dudo mucho, mi Donghae es muy hermoso - respondió Hyukjae divertido.

- Tal vez, pero insisto en que eso no puede ser posible porque en este mundo no existe nadie más hermoso que mi Donghae -

- Mi Donghae es mi hijo de 8 años - dijo Hyukjae a modo de confesión.

- ¡Oh! ¡Shit! Entonces me retracto, definitivamente tu Donghae es el más hermoso - dijo Sehun aceptando su derrota.

- Fue un gusto conocerte y buena suerte con tu Donghae - dijo Hyukjae colocando su mano al frente.

- Igualmente, cuida muchísimo a tu Donghae. Que estés bien. - dijo Sehun estrechando la mano contraria

Luego de ello, cada quién continuó con su camino.

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Campamento de Verano

Donghae y su abuelita se hallaban en el avión de camino a Jeju, aún así el menor le había dejado una nota a su padre.

Querido papá: 

Lo siento, nos fuimos sin avisarte. ¿Sabes? Me gusta mucho cantar, pintar y bailar. Lo siento mucho papá, espero no te enojes conmigo ni con mi abu, te prometo que me cuidaré mucho. Te quiero mucho papi. No me extrañes mucho ¿Sí?. 

Te adoro, tu pequeño Donghae.

Y efectivamente cuando Hyukjae llegó al día siguiente a su casa, encontró la nota de su hijo. Finalmente se rindió, ni modo de reprenderlo o decirle nada, al final de cuentas, su madre y su hijo se habían salido con la suya.

Donghae y su abuelita habían llegado a Jeju sin novedad alguna. Tomaron un taxi y finalmente llegaron al lugar en dónde se ubicaba el campamento de verano. Habían muchas niñas y muchos niños llegando al campamento acompañados de un adulto, pues algunos adultos se quedarían mientras otros dejarían a los niños ahí pero podían venir los fines de semana a ver sus hijos.

Donghae estaba maravillado con el lugar, pues para llegar al salón dónde se llevaría a cabo la ceremonia de bienvenida, tenías que cruzar un puente adornado bellamente y pintado de colores pasteles, acompañado de farolas, el puente se ubicaba sobre un hermoso lago cuyas aguas eran limpias, y podías apreciar algunos peces pequeños nadando tranquilamente en éste.

En pocos minutos todos los recién llegados ya se hallaban en el gran salón. Cuando una voz se escuchó de pronto.

- ¡Buenos días niños! ¡Bienvenidos al campamento Sunshine! Soy el profesor Kim Ryeowook, el encargado del campamento de este mes. Vamos a revisar su altura y su peso ¿de acuerdo? - dijo con una sonrisa a lo que los niños respondieron de igual manera emocionados.

- Él es el profesor Lee Sungmin, quién me ayudará a tomar nota - dijo presentando a su colega.

Y así empezaron con el control indicado. Una hora después, Ryeowook terminó de presentar a cada uno de los profesores de este mes que enseñarían los talleres de aprendizaje, pintura, canto, baile, entre otros. Para luego darles un espacio de 30 minutos a los niños a conocer el lugar, mientras terminaban con las coordinaciones.

El pequeño Donghae ahora ya sabía quién era Lee Donghae, el mejor amigo de su padre. Pero al darles el permiso de ir a conocer el lugar, lo había perdido de vista, por lo que se acercó a otro niño a preguntar por él. Pero el pequeño simplemente le dijo que no había visto al profesor Donghae.

Así que sin perder más tiempo, el pequeño Donghae inició su propia búsqueda de aquel chico de cabello castaño que se llamaba igual que él. Lo buscó en varios espacios sin tener éxito, pero cuando decidió regresar al gran salón, fue entonces que lo vió, ahí estaba.. Lee Donghae estaba en la entrada del salón principal con una sarta de globos en la mano derecha y con una sonrisa resplandeciente, parecía un ángel, era como si de su cuerpo emanara una luz muy cálida.

Varios niños y niñas empezaron a correr hacia él, sentándose a su alrededor para que reciban sus respectivos globos. Los más pequeños incluso se aventuraban a pedir un abrazo el cual era dado, sin reparo alguno. Donghae no sólo los abrazaba si no que también les daba un beso en sus mejillitas o incluso sobre sus cabellos. Por un instante, el pequeño Donghae se dió permiso de imaginar que la persona que estaba ahí era su appa Heechul, cuánto le hubiera gustado tener un beso, un abrazo o un sonrisa de su appa.. pero lastimosamente eso era algo que nunca tendría, más sin embargo, su appa Heechul era su ángel guardián.

Finalmente decidió mover sus piecitos y caminó hasta llegar a Donghae, quién al verlo se dió cuenta que ya no tenía más globos como para darle uno.

- Lo siento pequeño, se me terminaron los globos. Pero dime ¿cómo te llamas? - le preguntó con una sonrisa.

- Mi nombre es Donghae - le respondió el pequeño pelinegro.

- Oye, yo también me llamo Donghae. ¡Hola campeón! - le dijo con una sonrisa tomando su manito para estrecharla suavemente.

- ¿Por qué te llamas Donghae? - preguntó de pronto el menor.

- Uhmm tal vez porque a mis padres les gustaba el nombre. Por eso y porque somos de Mokpo ¿ y tú? - dijo el castaño sin saber bien la razón del porqué le pusieron el nombre de Donghae.

- Quizá porque les agradabas a mis padres.. Por eso - respondió el menor de los dos, retomando su camino.

Aquella respuesta, dejó desconcertado al castaño. Pues ¿quiénes eran los padres de aquel niño?.