Capítulo 7

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Jackson*

Siento como la desesperación domina todo mi cuerpo, hace una hora ella debió haber llegado como lo hace todos los días, con esa hermosa sonrisa que ilumina toda la oscuridad que se encuentra dentro de mí, pero no, hoy ella no llegó y eso me hace sentir miserable ¿un demonio como yo no merece a un ángel como ella?, ¿Oh es que acaso tratan de quitarme lo que me pertenece, de alejarla de mí?, todos esos bastardos envidiosos seguramente la desean tanto como yo, pero no puedo permitir que nadie la toque, es mía, mi ángel, mi luz... Mi todo.

— Belleza. — Grité desesperado con la intención de que entre por esa puerta.

Esperé unos segundo y al ver que no entro empiezo a negar varias veces, sin poder evitarlo una carcajada fuerte salió de mi garganta, para luego dejar de reír y ponerme serio.

— Los mataré a todos. — Grité molesto.

No bastó mucho para que los guardias entraran y me mirarán con repulsión.

— ¿Jackson ya has enloquecido por completo?, ella no vendrá más — Dijo burlón caminando a mi dirección.

Apreté la mandíbula sin poder creer lo que me está diciendo, miente.

— Vendrá bastardo y cuando eso pase sacaré tus entrañas. — Dije cínico soltando una carcajada.

Negaron y caminaron hacia mí de forma lenta, cuando menos lo pensé ya me tenían sujeto.

— ¿De verdad crees que eres especial para ella jackson?, no eres más que un maldito loco del cual solo siente lástima. — Dijo con obviedad mostrándome una sonrisa maliciosa.

Me quede en silencio pensando en eso... Eso es verdad ella solo me tiene lastima.
Sentí como la aguja perforó mi piel logrando adentrar a mi sistema ese líquido espeso que me hizo perder el conocimiento poco a poco...

Isabella*

Cerré los ojos tratando de no escuchar los gritos de jackson los cuales se escuchan por todo el hospital, siento no poder ayudarle pero estoy ocupada en otras cosas.

— Parece que Jackson te ha tomado cariño. — Murmuró el tío jeremy.

Lo miré un momento, hice una débil mueca y asentí como respuesta.

— Jackson es peligroso. — Dijo de manera repentina observandome un momento.

— Lo sé. — Susurré.

— No deberías pasar tanto tiempo con él o podrías arrepentirte. — Advirtió sin mirarme.

— Ya es tarde. — Murmuré sabiendo la verdad que se oculta.

Me miró sorprendido y asintió, para ser sincera yo conozco los sentimientos de jackson pero no puedo aceptarlos ya que ambos somos muy diferente aparte él es alguien peligroso que podría hacerme daño en cualquier momento que algo no le guste, eso lo comprobé ayer que le avise que no podría atenderlo hoy.
He aprendido a querer a jackson lo admito pero ese cariño no va más allá de un amor de hermanos, de amigos o de compañeros que se apoyan entre sí, no quiero que piense mal, aunque yo no siento ese tipo de amor no quiero dañar sus sentimientos...

*Horas después*

— Bueno Bella esto es todo, muchas gracias por tu ayuda, me fuiste muy útil. — Dijo mientras me sonreía y estrechaba mi mano.

Sonreí y asentí, solté su mano saliendo de su oficina para ir a ver como esta jackson y si se encuentra bien, hace poco mi tío me informó que tuvieron que colocarle un sedante algo fuerte ya que estaba fuera de control y su estado mental no estaba para nada bien, lo que hacía que tuviera repentinos cambios de humor que molestaba y ponía nerviosos a los demás pacientes.
Llegué a la habitación de jackson, estoy parada frente a la puerta dudando si debería abrirla o no, no les voy a mentir pero tengo algo de miedo y estoy muy nerviosa, estará molesto o se alegrara de verme, es algo que debo descubrir por mi misma. Abrí la puerta poco a poco cuando lo hice por completo me adentre a la habitación la cual está algo desordenada, caminé a paso lento hacia la cama en la cuál jackson está recostado.

— Jackson. — Lo llamé moviendolo de forma suave.

Veo que sus ojos se abren poco a poco y luego voltea a mirarme, sus ojos se notan vacíos, oscuros y sombríos.

— ¿Jackson estas bien?. — Pregunté preocupada.

No contestó y se levantó para sentarse a mi lado.

— ¿Ya terminaste? — Preguntó con seriedad en su tono de voz.

Se nota algo diferente, quizás sea por el medicamento.

— Si—- Contesté mirándolo.

Empezó a reír y se me quedo mirando de una manera extraña que le congelaría la sangre a cualquiera.

— ¿Ya terminaste de revolcarte como una perra? — Preguntó con burla.

Lo miré sorprendía, acaso él me ha dicho eso, no puedo creerlo.

— ¿Qué pasa zorra te duele que te diga la verdad? — Dijo cínico soltando  una carcajada.

Sentí mi sangre hervir ante eso, esas palabras son mentiras, no sé si las dice porque esta molesto y sedado o por que de verdad perdió la cabeza.
Sin pensarlo ni analizarlo mucho le di una bofetada haciendo que su rostro se giré un poco y pare de reír.
Me puse de pie dispuesta a marcharme pero no alcancé a llegar a la puerta cuando sentí que me tomaron del cabello haciendo que caiga al frío suelo, vi como jackson subió encima de mí mientras sus manos fueron a mi cuello haciendo que el aire me falte.

— Eres una maldita perra igual a todas. — Dijo molesto mientras apretaba más fuerte.

Trate de empujarlo pero obviamente es mas grande que yo, quien le quito la camisa de fuerza...

— Jackson. — Susurré con mi último suspiro.

Me soltó de forma lenta y me miró sorprendido, como si no creyera lo que estaba haciendo.

— Belleza. — Susurró sorprendido.

Negué con lágrimas en los ojos, él... Estuvo a punto de matarme, me aleje de inmediato y decidí grita por ayuda.

— Por favor ayuda. — Pedí entre gritos con todas mis fuerzas tratando de alejarme de él.

Su vista no se aleja de mí, en su mirada hay desesperación y sus manos jalan su cabello y apretaba la mandíbula.

— Lo siento. — Grito lleno de ansiedad poniéndose de pie y caminando hacia mí.

— Alejate. — Pedí asustada.

Los guardias abrieron la puerta de forma rápida y corrieron hacia Jackson alejándolo de mí lo suficiente para que yo pueda escapar, me puse de pie con la ayuda de uno de los guardias quien me ayudó y llevó a la enfermería, antes de salir escuchaba los gritos de jackson quien me llamaba y gritaba que lo sentía...

Espero que les guste.
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