Capítulo XII - ¿Olvidó?

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Abrí lentamente mis ojos, sintiendo un poco de confusión por el lugar dónde me encontraba. Centre de mi vista y comprobé qué lo de anoche no se trato de un simple sueño.

Estaba aquí, con ella, a lado mío durmiendo.

Suspire.

Pasé las yemas de mis dedos sobre la piel de su cara con cuidado de no despertarla aún. Su rostro se veía tan relajado, su respiración era tranquila, las facciones de su cara eran perfectas. Creo podría pasar toda mi vida admirando la belleza de Daniela Smith.

Besarla.

Quería poder besarla ahora mismo, despertarla con un beso, pero debía contenerme. Aún necesito hablar con ella, quiero aclarar lo qué Daniela está sintiendo o al menos lo qué ella sintió anoche al besarme.

Pasé mi dedo cerca de la comisura de sus labios y me acerque un poco más a ella. Deliné sus labios y entonces la mire removerse sobre la cama, retire mi mano de su cara. Entonces escuché unas voces qué provenian desde afuera, reconociendo la voz de mi padre.

Es imposible.

Reaccione qué probablemente ya era tarde, busque de mi celular y esté se encontraba apagado.

Mierda.

No debí de haberme quedado dormida.

—Daniela— dije sacudiendo un poco de su cuerpo cuando escuché unos golpes en la puerta

—Daniela— esa era la voz de su abuelo

—Dani despierta— dije nuevamente para ella —Daniela— seguía moviendo de su cuerpo

Entonces ella se quejo un poco, tallo con sus manos de sus ojos y comenzó abrirlos, al parecer la luz qué hacia le molestaba en la vista.

—¿Qué sucede?— preguntaba mientras trataba incorporarse —Maria José?— dijo al reconocer mi voz, mientras los golpes en la puerta continúan oyendosé —¿Qué hacemos en la casa del árbol?— llevo su mano a su cabeza removiendo de un poco de su cabello y frotando su sien

Ella habrá olvidado lo qué pasó anoche?

No pude evitar hacerme esa pregunta. Daniela iba muy tomada y era normal qué ella no recordará nada.

—Daniela, sabemos qué estas aquí. Abre la puerta ahora mismo— se escuchó decir a su abuelo en un tono molesto

—Mierda— dijo Daniela llevando ambas manos a su cara —¿Qué hace él aquí?, ¿Qué hora es?— preguntaba

—Mi padre también está ahí afuera— dije levantándome del colchón —No sé que hora sea. Mi celular esta apagado, pero debe ser tarde sí han venido hasta aquí a buscarnos—

—Dani cariño— esa era la voz de su abuela llamando

Me dirigí hasta la puerta para abrirla, mientras Daniela parecía estar tratando de recordar lo qué pasó anoche. Sentí un poco de tristeza. Quizás lo mejor era qué Daniela no recordará nada.

—Aquí estás jovencita— dijo mi padre en el momento qué abrí la puerta y me vio

—Y Daniela?— preguntaba el Sr. Smith

—Aquí estoy abuelo— contestó ella apareciendo detrás mio

—Podrías explicarnos qué significa esto— le dijo su abuelo

—Anoche cuando te llamé me dijiste estarías en la hacienda. En ningún momento mencionaste qué pensaban pasar la noche en este lugar— decía mi padre

—Debiste decirme anoche cuando llamaste Daniela— decía Valeria —Sabes qué a tu abuelo y a mí nunca nos ha gustado la idea de qué pases la noche aquí—

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