Capítulo XXXI - Presente

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POV MARIA JOSÉ CAMPOS

Pase con delicadeza la punta de mis dedos sobre el sedoso cabello de Angélica, colocando un mechón de cabello detrás de su oreja, mientras ella volteaba a verme sonriendo, correspondí a su sonrisa de igual forma. Angélica colocó su mano sobre mi pierna y comenzó a dar caricias suaves, mientras Natalie respondía a las preguntas qué Laura le estaba haciendo acerca de Rebecca, la mujer con quién había mantenido un pequeño romance o deliz cómo Natalie lo estaba contando estas tres semana qué habían estado trabajando en New York en una campaña. Natalie era fotógrafa profesional y Angélica trabaja junto con ella en su estudio.

Angélica Miller, la mujer qué desde hace un año era mi novia. Era un poco mayor qué yo, actualmente tiene 28 años, comparte el gusto por la fotografía con Natalie y la pasión por el arte igual que yo. Y aunque no se dedica cómo tal al modelaje, se qué es algo qué también disfruta hacer cuando Natalie consigue qué la apoye en algunas de las campañas qué la contratan, para qué sea al imagen de algún producto.

—Bueno, está noche no me dejaras sola— decía Laura para Natalie una vez había terminado de contarle cómo había sido qué sé había enrollado con aquella mujer —No quiero escuchar ninguna excusa, sobre todo de ti— señaló a mi novia —Me lo prometiste—

—¿Cómo así?— pregunte

—Tu querida novia me prometió qué sí hoy lograba retenerte un poco más de tiempo en el departamento haría lo qué yo le pidiera— explicaba Laura —Y yo he cumplido con el trato. Ahora le toca a ella acompañarnos esta noche al club, así cómo convencerte de qué tú también vengas—

—Tú aceptaste eso?— pregunte a Angélica quién se encogió de hombros

—Bueno, tampoco es cómo sí hubiera sido una tarea difícil para ti— respondió Angélica a Laura —Es algo qué sueles hacer todos los días—

—Tuve qué soportar casi media hora más los gritos de Maria José— dijo en forma exagerada —Además debemos festejar, ahora que podemos—

—Lau tiene razón— Natalie dijo apoyando la idea —Conociendo cómo son, van a querer recuperar estas semanas qué no estuvieron juntas. Lo más seguro es qué sé van a encerrar del departamento— abrí mi boca sintiéndome un poco ofendida

—Ya qué lo mencionas... Lau, Natalie puede quedarse aquí contigo por unos días, verdad?— mencionó mi novia siguiendo el juego de ambas, a diferencia de mí, ella se tomaba con mucho humor los comentarios molestos que hacían Laura y Natalie —Por qué no creo qué Nat quiera quedarse en el departamento mientras nosotras dos...—

—Uuy no! Para— exclamó Natalie

Actualmente, Nat y Angélica compartían departamento, tenían poco tiempo en qué sé habían mudado juntas o más bien en qué Nat se había mudado a vivir con mi novia. Ya qué Natalie se la pasaba viajando constantemente, entre Miami, Manhattan, L.A y San Francisco, por cuestiones de su trabajo cómo fotógrafa, así cómo del negocio de los restaurantes de sus padres, con los cuáles había mejorado de nuevo su relación.

—Yo pensé qué te quedarías aquí— mencione tratando de unirme al juego mientras entrelazaba mi mano con la qué Angélica tenía sobre mi pierna

—Prefiero a qué Nat se venga por unos días, a qué ustedes dos pasen toda una semana teniendo sexo aquí— dijo de inmediato Laura

—Son tan molestas— dije rodando los ojos mientras Natalie y Laura reían juntas

—Esta bien, está noche iremos las cuatro al club, para celebrar lo qué sea qué quieran celebrar— decía Angélica —Pero aún te hace falta cumplir una parte del trato— señaló a Laura quién suspiro levantándose del sofá

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