Capítulo XXXV - Arruinar

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Daniela parecía aferrarse al cuerpo de Maria José, cerro con fuerzas sus ojos mientras sollozaba lo injusta qué creía la vida estaba siendo con Juliana, pues no merecía tener qué estar pasando por esa enfermedad.

Ella no debería vivir con el pensamiento qué este puede ser su último día con vida.

Murmuraba Daniela aún en brazos de Maria José, por un momento pudo sentir el afecto de los brazos rodeando su cuerpo, la calidad de su cuerpo contra el de ella y esa chispa de energía recorrió por todo su ser y entonces aquello qué pensaba qué había terminado estaba volviendo a sentirlo. Ese abrazo lo reconocía a la perfección ya qué en el pasado esos brazos llegaron a ser su lugar seguro y la mujer qué la estaba abrazando mientras intentaba consolarla era la única qué podía hacerla sentir así y por un momento se aterro en estar sintiendo y recordando todo aquello.

No debía pasar. Fue el pensamiento de Daniela al alejarse del cuerpo de Maria José.

-Disculpa- dijo limpiando las lágrimas de su rostro -Sé qué no debí, es sólo qué... Sentí no poder más por un momento- retrocedió unos pasos hacía atrás manteniendo su distancia de ella

-No eres la única qué lo siente así Daniela- respondió Maria José sintiendo ese nudo en su garganta y sí era sincera consigo misma, ella también necesitaba de ese abrazo en ese momento

-¿Lo sientes?- pregunto Daniela terminando de limpiar sus lágrimas, pero no se refería a la sensación de impotencia al saber qué no podían hacer algo más por su amiga, sí no; qué su pregunta se refería a qué si Maria José también esta sintiendo lo mismo qué ella al verla de nuevo

Maria José permaneció en silencio al ver la mirada de Daniela y por un momento pensar a qué sé estaba refiriendo con su pregunta y cuando creyó entender a lo qué sé refería no pudo contestar cuando se dio cuenta qué sus amigas iban saliendo de igual forma del restaurante, mientras Juliana caminaba apoyada del brazo de Laura y se acercaban a dónde estaban ellas.

-Todo bien?- les pregunto Juliana mostrando una tímida sonrisa de culpa

-Daniela sólo necesitaba un poco de aire- respondió Maria José brindando una cálida mirada a su amiga

-Sí, disculpen por eso. Al parecer el trago no tenía nada de suave- dijo Daniela tratando de regular el tono de su voz -¿Pero qué hacen aquí? Regresemos a...-

-Lamento el tener qué ponerlas en esta situación- murmuro con disculpas Juliana

-Tranquila Juls- contesto Maria José -Daniela y yo sólo necesitábamos de unos minutos a solas, habían unas cosas qué aclarar-

-Sí, Maria José tiene razón- mencionó Daniela -Pero ya esta todo aclarado- mostró una media sonrisa

-Lo vez- le dijo Lucía a Juliana -Te dije qué ellas sólo necesitaban de unos minutos para hablar. Está todo bien-

-Supieron llegar a un acuerdo- mencionó esta vez Laura viendo a Maria José y luego a Daniela quién podría notarse en sus ojos qué había llorado -Bueno supongo qué lo mejor que podemos hacer esta noche es cambiar la cena para un almuerzo, cómo propuso Maria José-

-Lamento arruinar esto, la verdad- dijo Daniela apenada

-No has arruinado nada Dani- dijo Juliana acercándose a ella y tomando su mano -¿Segura qué te sientes mejor?- preguntó preocupada

-Lo estoy Juls. No te preocupes- respondió dando una caricia a su mano

-Bueno, te llevo a casa entonces- dijo Maria José acercándose a Juliana para ayudarla

-Nosotras acompañaremos a Daniela- mencionó Lucía poniéndose a lado de ella

-Te llamaré más tarde- dijo Laura en voz baja para Maria José quién asintió con la cabeza

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