✔|𝗦𝗢𝗬 𝗨𝗡 𝗦𝗔𝗡𝗧𝗜𝗧𝗢• BibleJeff🔞

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Algunos dicen que la juventud es la mejor etapa de sus vidas. Otros dicen que es divertida.

1:37 p. m.

A un chico inexperto lo golpea un balón en mitad de la clase de educación física. Dos equipos de estudiantes [media clase] están jugando voleibol como práctica mientras que los que se oponen a jugar están en las gradas de primera fila. Los pubertos Gun y Jeff observan al chico recién golpeado con expresiones de «Eso debió doler» mientras en sus mentes agradecen al Señor por no participar, primero porque a ninguno les gusta el ejercicio incluso si es algo VITAL para el bienestar y segundo porque poseen la Maldición del Balón, significa que jueguen bien o jueguen mal, si asisten, el balón los golpeará en la cabeza. Por más que los estudiantes no lo intencionen.

La verdad es, que no entiendo cómo los adultos pueden decir que esta es la mejor época.

—Por favor, no participemos mientras podamos evitarlo, amigo. — Desea Gun reajustando sus lentes.

—Opino lo mismo. Aunque a Drake no lo atacó la Maldición, — Jeff direcciona el rostro hacia la izquierda tornándose serio. Su amigo le sigue la mirada igual de serio cómo él. Sus miradas sitúan al fuckboy más caliente de toda la escuela católica, ese que si alguna vez reza la iglesia se prendería en llamas. No es un santo ni tampoco intenta serlo: Bible Wong, a quién Jeff debe delatar cada que hace algo mal, la directora ya confía en él para eso. ¿Y qué hace su némesis en lugar de mejorar? Busca más pleitos con tal de regresar a detención regida por la monja Marin. Una monja ultra aterradora.

Bible gira en cámara lenta tras pasar el balón por la red. Crea una sonrisa traviesa como el vivaracho que es mirando únicamente a Jeff mientras todos lo adulan por ganar el partido.

Jeff entrecierra los ojos, irritado.

Sí, tu madre te hace comida y no hay que pagar cuentas, pero una de las peores cosas de ser adolescente es tener granos, ¡por doquier! ¡Literalmente!

Al Siguiente Día
Sábado

Jeff está de espaldas al extenso espejo de su cuarto usando una camiseta de tiras blancas y unos bóxers blancos tela suave. Mira atrás sobre un hombro a su propio reflejo, pero al no poder girar su cabeza por completo, la regresa a su posición recta. Toma aire.

Entonces se baja el bóxer hasta los tobillos (cubiertos en calcetines blancos) cuando mira atrás a su propio reflejo hay un grano rojo e hinchado en su nalga derecha. —¡Por Dios! Hoy te vas. Hoy, te vas, santifico, ¡Te. Vas.! — Todo dramático estira para atrás los brazos, quedando agachado, y alcanza el pequeño grano. Pincha desde las esquinas para adentro, pero sus manos resbalan causando un topetazo entre sus dedos índices.

Chasquea los labios ante la colisión y vuelve a intentarlo. Aprieta fuerte jadeando como mujer al dar a luz. —Vamos. Tu puedes. — Se alienta así mismo. Aprieta cerrados sus párpados sintiendo un temblor muscular recorrerlo de cabeza a los pies.

—¡Ya casi lo logras! ¡Tú puedes! — Apoya Aim, el fantasma de la habitación, ha sido el roomie de Jeff desde que el mismo se mudó cuando tenía ocho. Quizás la soledad o la presión de estudiar lo hizo imaginar a este fenómeno, pero fuese lo que fuese era genial para Jeff tenerlo. Mejor aún la posibilidad de que no fuera real, es solo un ente imaginario por eso el ente viste una sábana gris con dos agujeros para exponer sus ojos, en la finalización de la sábana se ve al ente vestir unos cortos holgados adjunto a chinelas.

El ente se la pasa sentado en la cama del chico justo como en estos instantes, pero le dirige dos pulgares arriba.

Jeff sonríe entre temblores hasta finalmente sentir el grano expulsar pús. Suspira aliviado sin retirar las manos del culo. Ido en un viaje de misticismo.