—Oye, Aether . ¿Estás bien? - Preguntaron desde algún lado, fue entonces cuando finalmente me di cuenta de que estaba respirando mal.
—Sí, estoy bien. -Me sentía mareado, pero no podía sentarme.
—Está bien, bajemos. Creo que se caerá. -Apenas asentí.
El ascensor estaba demasiado lejos y la medicina no me había servido de nada, aunque debería haberla tomado más de 10 veces, no lo hice. Caminé arrastrando mis pies. Mi cabeza estaba hecha un desastre. En ese momento, lo único que me vino a la mente fue tomar un inhibidor así que, tenía que bajar y encontrar mi maletín, sacar la medicina, tomarla y calmarme, pero la maleta con las pastillas estaba en el sótano junto a las pertenencias del personal. ¿Cuántos pisos tiene el sótano? ¿En qué piso estaba? Presioné un botón con una mano temblorosa y la puerta del ascensor se cerró, un trozo de metal raspó por un momento, luego descendió. Me apoyé contra la pared y me puse de pie. Cerré los ojos y esperé a que el ascensor llegara hasta abajo.
Ding-dong
—Ah...
-Cuando finalmente escuché la llegada del elevador, suspiré con alivio. Solo tomaría mi medicamento para
calmarme.Era un plan simple.
Era tan simple que era bastante extraño fallar, pero no me di cuenta de que ahí había una gran trampa. Mi cuerpo se endureció cuando la escena se abrió brillante y lentamente frente a la puerta del ascensor. Había una gran piscina en el sótano, incluso era dos veces más grande que en la cubierta, así que había mucha más gente. La mayoría de los Alfas dominantes que habían desaparecido de la cubierta, estaban allí.
Cuando desperté, vi un techo muy alto, solo entonces me di cuenta de que estaba acostado y tirado en el suelo. Ya ni siquiera podía pensar en eso así que, cuando abrí mejor los ojos me sorprendí por lo que estaba observando. Varios Alfas tenían rodeado el cuerpo de un Omega y como había pocas mujeres en el lugar algunos Omegas hombres estaban siendo penetrados mientras que otros solo estaban frotándose contra los Alfas mientras se lamían todo el cuerpo, también había varios de ellos que estaban entrelazados entre sí mientras succionaban el pene de su compañero y al mismo tiempo eran penetrados. Fue solo hasta ese entonces que me di cuenta de la identidad de la fiesta. Era una maldita orgía de Alfas dominantes, un lugar hecho para verter feromonas libremente.
Con la vista borrosa vi a un hombre con una botella de champagne. Como la mayoría de los invitados, aquel hombre también era un Alfa dominante, estaba completamente desnudo, bebiendo mientras sostenía la cabeza de un Omega contra su pene erecto y lo empujaba con fuerza para poder hundirse más y más en su boca. En el momento en que lo vi, me disgusté. De pronto el hombre que estaba bebiendo el champagne giró la cabeza hacia mí, desafortunadamente nuestras miradas se encontraron, parecía decirme algo, pero todo estaba borroso. Estaba seguro de que no era una buena situación.
El hombre se levantó y caminó hacia mí, yo intenté levantarme pero no pude hacerlo así que intenté retroceder. Tenía que subir de nuevo al ascensor, me apoyé contra el muro mientras intentaba presionar el botón, pero era muy tarde, los ojos del hombre me habían atrapado y como lo había esperado, mi cuerpo no se movió.
Parecía sofocarme con sus feromonas, fue entonces cuando comprendí porque esos hombres habían elegido una piscina subterránea, deseaban que sus feromonas se mantuvieran en un espacio cerrado para enloquecer a todos los Omegas en la fiesta. De pronto, volví a dirigir mi mirada hacia todos aquellos que se encontraban borrachos por las feromonas que estaban esparcidas por todo el lugar, la escena volvió aparecer en mi cabeza, Omegas siendo penetrados, masturbados y usados por diversos Alfas.
Si no hubiera tomado las medicinas por adelantado habría estado, quizás así, en las mismas condiciones; sin embargo, no me sentía aliviado, apenas tenía conciencia, aunque poco a poco me estaba acercando al límite, al final, los instintos aparecían antes que la razón.