Reencuentro en Qatar - [Sergio Ramos x Mesut Özil]

Cap 03

En el entrenamiento:

– Primero, os calentáis y seguiréis con regates y luego os daré más indicaciones – se posicionó Mou con ímpetu frente a sus jugadores – ¡Ramos! – gritó al del dorsal 4, mientras este terminaba de alinear la utilería para el entrenamiento – ¡¿Terminaste con esos conos?!

– Sí, míster – dijo un apenado Sergio; sin embargo, se animó al ver que su nuevo compañero llegó al campo. Su primera reacción fue saludarlo con la mano, a lo que el alemán solo lo ignoró.

Está acción no fue pasada desapercibida por su compañero Sami que se acercó a él para preguntarle en su idioma natal mientras empezaban a trotar:

— Özil, ¿Ramos te está molestando?

— Sami, compañero — dijo un avergonzado Özil por la acción que acababa de hacer — No... Es solo que no estoy acostumbrado a tanto contacto físico — ante su respuesta su compañero dio una pequeña carcajada

— Descuida, luego te acostumbrarás. Ellos son afectuosos de costumbre — respondió Khedira — Además, deberías dejar de ser tan retraído, con la selección, también eras muy distante. Bueno... aún lo sigues siendo, pero ya no conmigo

Y era verdad, Özil debía de admitir que su "extraña" orientación influía en su comportamiento. Sin embargo, había otra razón y era que no era bien visto por algunos de sus compañeros por su condición de "inmigrante". De hecho, Özil sí era alemán, había nacido en Gelsenkirchen. No obstante, era de ascendencia turca y el hecho de que profesaba la religión musulmana no ayudaba mucho. Solo con Sami, y con unos pocos compañeros, pudo llegar a establecer una buena amistad, y hacer más ameno su instancia en la selección alemana.

— Pero, si te sientes incomodo, debes decírselo y así evitas problemas — paró un segundo su compañero para verlo directamente con seriedad — Lo digo porque nuestro Capitán es muy precavido, siempre querrá salvaguardar el compañerismo en los vestuarios. Si nota que no te llevas bien con Sergio, hará hasta lo imposible por que convivan y se vuelvan mejores amigos.

— Se lo dejaré pasar por ahora, entiendo que solo es la emoción por tener un nuevo compañero — intentó despreocupar a su compañero — Además, sino fuera por su amabilidad no me hubiera decidido fichar por este equipo.

Desde el otro lado del campo, Sergio que iba trotando junto a Casillas veía la escena. Por un momento, se sintió extraño ya que veía como ambos alemanas tenían cierta cercanía. Se preocupó por el hecho de que a pesar de su hospitalidad el alemán seguía siendo distante con él.

— Oye, Iker ¿Crees que le caigo mal a Mesu'? — le pregunto a su compañero

— Hombre, tal vez aún no se acostumbra. ¿Acaso no recuerdas que Khedira nos contó que en Alemania son más cerrados? — le respondió con ligera molestia — Espero no lo estés incomodando. Después de todo, tú eres de los que abrazan mucho

— Eso no es cierto — reclamó Ramos a la vez que rodeaba con su brazo el cuello de su compañero de manera inconsciente.

— Vale... — dijo Casillas separándose de Ramos para continuar con su calentamiento.

Después de esa pequeña conversación, el entrenamiento siguió con naturalidad y, con naturalidad, se entiende que hubo algún que otro regaño de Mourinho a sus jugadores. En especial, los regaños dirigidos a Pedro León. El entrenamiento finalizó a la hora del almuerzo. El club acostumbraba a alimentar a sus jugadores con una dieta específica para cada uno. Cuando los jugadores terminaban de comer, podían regresar a sus casas.