Después una larga jornada de entrenamiento...
Todos los jugadores se dispusieron a alistarse para salir. Cada uno se iba despidiendo de sus compañeros para luego dirigirse a sus respectivos autos. Cuando casi no quedaba nadie en los vestuarios, Sergio se acercó a Mesut, quién terminaba de vestirse con su ropa habitual, con una gran una espera que terminase de alistar sus cosas.
- Y... ¿Qué es lo que se te apetece comer está noche? - habló entusiasmado el español.
- Mmm - se puso a pensar el alemán - Ya comer comida italiana, francesa y china. ¿Te parece ir a cocinar algo en mi apartamento?
Al escuchar eso, el español no pudo evitar emocionarse de más. Había pasado mucho tiempo desde la última vez que estuvo en el apartamento de Mesut, desde esa vez que se quedó a dormir después de la fiesta en casa de Iker. La conversación que tuvieron esa mañana fue agobiante, pues temía lo que él alemán decidiera hacer con su relación. Ambos se pidieron disculpas mutuamente por las cosas que pasaron, pero en ningún momento hablaron en profundidad sobre la relación que estaban formando. Para la suerte de Sergio, fue un alivio pues aún no creía que era conveniente decirle a Mesut lo que sentía, ya que el quería hacerlo de la manera correcta en un lugar significativo. Habían estado saliendo mucho desde entonces. Incluso pasaban más tiempo juntos en los entrenamientos era como si estuvieran empezando la etapa de conocerse para luego ver si llegar a algo más. Desde que empezaron este tipo de ligoteo implícito, no volvieron a besarse, si había uno que otro roce de manos, pero no habían pasado de esa línea. Sin embargo, tal vez con esta invitación podrían pasar al siguiente nivel.
- Ah, ¿Sergio? - intentó sacar de su trance al español - ¿No gustar la idea?
- ¡Por supuesto que no! - volvió a la realidad Ramos ante el temor de perderse está oportunidad - Me encanta la idea - recobró la compostura - Estrenemos tu coche
...
Después de hacer algunas compras, ambos jugadores se encontraban organizandolas en la cocina del alemán. Sergio sugirió hacer paella, ya que hasta el momento el alemán no había degustado la gastronomía española. Cuando iban a empezar a cocinar, Özil fue a vestirse su pijama para sentirse más cómodo. Cuando regresó, el alemán usaba una camisa negra con unos pantalones de pijama holgados y unas pantuflas lo que le pareció tierno al español ya que significaba que le tenía la suficiente confianza como para vestirse así frente a él.
Mientras empezaban a realizar sus roles asignados, Ramos notó que le era difícil a Özil cortar en tiras los pimientos, así que decidió ayudarlo. Intento ser coqueto y posicionarse detrás del alemán, pero este se movió sin darse cuenta de la intención del español. Así estuvieron durante toda la preparación del platillo, intentos de acercamiento por parte de Sergio y rechazos involuntarios de Mesut que no captaba las indirectas. Cuando por fin terminaron, decidieron comer en el sofá. Sergio llevaba los platos y cubiertos hasta que le llamó la atención la consola de videojuegos posicionado a un costado de la televisión de Özil.
— No sabía que también jugabas — dejó los platos en la mesita en medio de la sala para ver los videojuegos — ¡Tienes el nuevo FIFA! — gritó entusiasmado llamando la atención de Özil — ¡Tenemos que jugarlo!
— La comida estar lista... — habló Özil hasta que vio los ojos de cachorrito de Ramos haciendo que cambie de opinión — Vale, jugar hasta que enfríe un poco — al escuchar eso el español saltó acomodándose en sofá y pasándole el mando al alemán.
— ¿Quieres jugar con clubes o...? — se detuvo al ver al inicio del juego con el logo del Mundial Sudáfrica 2010 — ¡Mejor a nivel de selecciones! ¡Tú Alemania... — Özil se paralizó al escuchar la propuesta — Y yo mi preciosísima y campeona del Mundo, España!
ESTÁS LEYENDO
Reencuentro en Qatar - [Sergio Ramos x Mesut Özil]
FanficEsta historia sigue los altibajos de la relación de Sergio Ramos y Mesut Özil, trazando un viaje de trece años marcado por momentos íntimos y difíciles. Desde su primer encuentro lleno de resentimiento y turbulencia, hasta un segundo encuentro que p...