Mientras observaba a Leo practicar tiros libres junto a sus amigos, Lionel seguía pensando en las malas noticias que había recibido el día anterior. Después de realizarle varios estudios, el doctor Ramos le había confirmado que el tratamiento que Leo estaba recibiendo no estaba funcionando. La otra opción que tenian era extremadamente costosa y su obra social no le cubrirá ni el 1% del total. Lionel estaba desesperanzado, solo un milagro lo podría ayudar, era en momentos como estos en que extrañaba a Elisa, estaba cansado de sentirse solo.
-¿con que estarás maquinando que tenes esa cara? - Pablo interrumpió sus pensamientos
-Nada ... nada - respondió
-Tu cara dice otra cosa
-Nada, solo yo sobre pensando las cosas - dijo y caminó en dirección hacia los chicos.
A la salida del entrenamiento, se cruzó con las madres de las chicas de patín quienes estaban organizando una feria de comidas y juegos para recaudar fondos para un viaje que debían hacer. Lo habían invitado a que se quedara pero no tenias ganas de nada, su mente no lo dejaría disfrutar de nada solo quería regresar a su casa y descansar en su cama hasta el lunes.
-Ey no te vas a quedar? - le preguntó Pablo quien venía cargando una mesa
-Estoy cansado - respondió
-Pero quédate un ratito nomas aunque sea ayúdame a terminar de traer estas mesas- dijo haciendo fuerzas para que no se le cayera.
-Si dale Pa quedemonos un rato - dijo su hijo mayor
-Yo quiero ver a los payasos- agregó el pequeño
-Bueno pero solo una hora después nos vamos - Lionel ni terminó de decir que su hijo ya estaba corriendo en dirección a sus amigos
-Lionel ...espera a tu hermano y cuidalo - le gritó y el chico se detuvo en sus pasos poniendo los ojos en blanco- anda Juli ojo con lo que hacen.
Cuando terminaron el trabajo, Lionel se desplomó en unas de las sillas del buffet, deseando no haber aceptado, los chicos corrían de aquí para allá , las madres lo trataban de fletero para que les llevara las cosas de un lado para el otro y esa música horrible que estaba de moda le taladraba los oídos, Hoy era uno de esos días en que no quería tener contacto con ningún ser humano.
-Bueno como forma de pagó nos regalaron dos cafés y dos porciones de pastafrola ... Algo es algo no? - dijo Pablo sentándose a su lado y extendiendo uno de los vasos
-Gracias- apenas sonrió.
Los dos bebieron y comieron en silencio mientras observaban cómo los chicos y las familias se divertían en los diferentes juegos. Juli y Enzo estaban sentados en primera fila del show del payaso siendo vigilados por Leo quien bostezaba a cada rato.
-Como odio a los payasos - comentó Pablo limpiándose las migas de la boca con una servilleta
-¿que?- Lionel volteo a verlo
-Si, los odio - afirmó seriamente
-¿pero porque? -
-Cuando empecé a jugar en un club allá en Rio Cuarto , me pusieron de apodo el payasito, tenía 15 años y a veces me ponía a boludear y bueno me quedó
-Pero no es para tanto
-Imagínate tratar de iniciar tu carrera como futbolista profesional y que te digan el payasito
-Sos un exagerado - río dándole un golpe en el brazo
-Por lo menos te hice reír - dijo Pablo y Lionel suspir
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El Profe
Fiksi PenggemarLionel sumado en una tristeza infinita trata de encontrar un halo de esperanza en su vida, capaz que Pablo sea la cura