Arruiné la vida de un cliente cuando apenas emprendía mi negocio Cuando estaba en la universidad, yo misma pagaba mis colegiaturas así que tuve que idear una forma de ganar dinero sin tener que descuidar mis estudios Había escuchado que las vendedoras de cheemsbook ganaban muy bien promocionando sus artículos en redes sociales y entregando en un punto medio, incluso una de mis conocidas estaba recorriendo el mundo gracias a sus habilidades ofreciendo cosméticos. De inmediato se me ocurrió una gran idea: ¿y si me unía al mundo de las vendedoras para dejar de preocuparme por el dinero? Lo único malo es que no tenía idea de lo que quería vender... Ya había de todo, pero necesitaba algo novedoso, práctico y económico. Algo que todas las chicas quisieran tener... Cuando me encontraba pensando en mi producto ideal, un cólico me cortó la inspiración -¡Cómo no lo pensé antes! Voy a vender copas menstruales porque sé que es algo que no todas las chicas usan, pensé Sin saber que precisamente el hecho de que fuera un producto tan nuevo y raro en el mercado me terminaría metiendo en tremendo lío Primero empecé con mis amigas, las amigas de mi mamá, mis compañeras de la escuela, mis vecinas y así poco a poco me fui dando a conocer y a crecer en redes Tanto que incluso algunos chicos me contactaban para preguntarme por copitas para regalarle a sus esposas o novias, lo cuál me parecía lo más romántico que podía hacer alguien durante el periodo Así que no me pareció extraño lo que sucedió cuando este tipo compró uno de mis productos estrella Pensé que era uno de estos chicos super empáticos con su novia, así que no le brindé tanta información para no hacerlo sentir incómodo y poder asegurar mi compra. Simplemente nos quedamos de ver en mi local porque me dijo que no le quedaba tan lejos. Cuando llegó me pareció más nervioso de lo normal y se veía más joven que en su foto de perfil, a lo mucho le calculaba unos 19 años Le mostré la gran variedad de copas, precios y colores que tenía en mi vitrina, y al parecer tenía más prisa que dudas, porque lo único que me preguntó fueron las medidas -Tengo la talla chica para adolescentes principalmente, la talla mediana para mayores de 18 y la talla G para mayores de 30 o que ya hayan tenido un parto -No, creo que una mediana queda perfecto ¿Qué precio tiene esa? -Esa está en descuento, si te animas te quedaría en $500 pemsos -Achis y por qué tan cara, si solo se usará una vez -No, amigo jeje De hecho el objetivo de la copa menstrual es que puedas usarla muchas veces para contaminar lo menos posible, considéralo una inversión El tipo ya me había empezado a caer mal por tacaño, porque según yo daba buenos precios ya que mi proveedor me conseguía descuentos por ser cliente mayorista, además 500 pemsos no son nada en comparación a todo lo que se gasta una chica en protección íntima al año Al final terminó por aceptar la oferta y sacó un montón de monedas para pagarla. lo cuál me pareció muy tierno, dejé de creer que era un tacaño y de nuevo pensé en lo afortunada que era su novia con un chico tan considerado -Ahí va otro cliente feliz O al menos eso pensé un mes antes de recibir la peor queja que he recibido en la historia de mi negocio Un mes después, me encontraba facturando y realizando pedidos en mi computadora, cuando recibí un mensaje del mismo chico a la página de mi negocio Oye😡 pásame tu número Hola, ¿hubo algún inconveniente con el producto? ¿Es una broma? ¡Tu cochinada esa no sirve! Necesito comunicarme contigo de inmediato No me gustó para nada la actitud del chico y la forma en la que me estaba hablando, pero sé que como buena emprendedora necesito escuchar a mis clientes para aclarar cualquier tipo de duda o inconveniente y así saber cómo mejorar mi negocio, así que le di mi número No pasó mucho tiempo cuando sonó mi celular con un número desconocido, así que supuse que era el chico que me había comprado la copa y tenía quejas del producto. Contesté para no darle más vueltas al asunto lo más pronto posible -¿Cómo puedes ser capaz de vender tremenda basura inservible? -¿Disculpa? Buenas tardes, primero que nada -¡Qué van a tener de buenas! ¡Estafadora! -Óyeme, estoy dispuesta a escuchar cuál es el problema y ofrecerte una solución, pero no puedo permitir que me faltes al respeto -¿Solución? ¡Cuál solución! -¿Tu chica presentó alguna clase de alergia al material? ¿Tuvo problemas al momento de meterla y sacarla? -¡Cuál problema! Si meterla y sacarla fue lo más fácil de todo -No me grite, si gusta puedo verlo en mi local en 20 minutos, lleve el producto y veremos cuál es el detalle Lo cité en mi negocio luego de una acalorada discusión porque sabía que con esa actitud no llegaríamos a ningún lado, y en menos de 20 minutos ya estábamos los dos ahí