Hope.

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Día 2: Salida.

—¡Quieta o Yor te va a lastimar! —advirtió Loid.

Anya siguió moviéndose mientras Yor intentaba peinar a su hija con dos trenzas a cada costado.

—Anya... —volvió a advertir.
—¿Pero quién le pondrá la correa a Bond? —se excuso ella sentándose al fin en su silla.
—¿Te lastimé? —Yor preguntó preocupada.

Anya negó con la cabeza y Yor se tranquilizó.

—Yo le pondré la correa a Bond, ahora quieta y deja que Yor te peine... Gracias Yor —se acercó a Yor y dejó un beso en su mejilla.
—No hay de que, ve por la correa.

Yor vio como su esposo se alejaba con Bond tras él para ponerle la correa, apretó los labios y volvió al trabajo con el cabello de su hija.

Cuando todo se reveló entre ellos, todos los secretos salieron a la luz, ahora todos ellos sabían que Anya podía leer la mente, que en realidad tenía cuatro años cuando la adoptó y que ahora cumpliría recién seis años. Al no saber su cumpleaños, todos ellos quedaron en que el cumpleaños de ella sería el día en que la adoptaron ambos. Tanto Yor como Loid.

Cuando terminó de peinarla, la niña salió corriendo a su habitación para cambiarse y Yor se rió de lo enérgica que podía ser. Mientras tanto ella se fue a su habitación a buscar algo cómodo para salir con su familia. Caminó por los pasillos hasta llegar a la habitación principal, al salir nuevamente y encontrarse con su familia lista, fueron por el miembro más pequeño de la familia.

—Hola... —saludó Yor cargando a su hija.

Hope nació hace seis meses, ahora era una bebé con los ojos abiertos mostrando el color azul que tanto le gustaban de Loid, el cabello era negro como el de ella. Ella hizo movimientos en el aire con sus manos y pies, Yor la acercó a su pecho acunandola entre sus brazos y besando su pequeña cabecita.

—Te ayudaré con la mochila, ven —Loid se acercó a sus chicas y le dedicó un gesto con las manos a Hope.
—Gracias Loid —le quitó la mochila de los hombros y él se la puso, tomó la correa de Bond.
—Anya, ven vamos —Yor cerró la habitación de Hope bajando por las escaleras de su nueva casa.
—¿Puedo cargar a Hope? —preguntó ella cuando vio a su mamá con su hermana.
—Cuando estemos en el auto... Ve, adelántate.

Anya corrió por la casa hasta la puerta del garaje, Loid abrió la puerta y luego el auto, Anya automáticamente abrió la puerta de los asientos de atrás, Bond se subió con ella y se acomodaron en los cojines, Yor abrió la otra puerta y acomodó a Hope en el asiento de bebé en el auto, la aseguro con los cinturones de seguridad.

—¿Puedes cuidar a Hope por mí, mi Anya? —le tocó el cabello con ternura.
—Sí —aceptó ella entusiasmada y tomó uno de los juguetes para darle a su hermana.
—Gracias preciosa —dejó un beso en ambas mejillas de sus hijas y luego cerró la puerta con seguro de ambos lados.

Loid y Yor entraron al auto a sus respectivos lugares, abrocharon el cinturón y luego se tomaron de las manos antes de que Yor le dejé un beso en la mejilla. Él rubio arrancó el auto y Yor se dio la vuelta levemente para ver a sus hijas jugar atrás.

Anya tenía en sus manos a Quimera y Hope a su perrito el cual Anya llamó como Manchas, sonrió ampliamente antes de volver con Loid y acariciar su rostro suavemente con la yema de sus dedos.

—¿A dónde quieres ir Anya? —se detuvo en un semáforo en rojo.
—Al parque de perros —Yor rió suavemente y Loid asintió con la cabeza.

El camino al parque fue tranquilo al punto de que Hope se durmió en el asiento trasero y Anya casi en el lomo de Bond. Se quedaron en el auto un momento al llegar Loid y Yor.

Yor apoyó la cabeza en su hombro y suspiró de felicidad. Su corazón se sentía tan tranquilo al saber que Loid estaba a su lado, que Anya estaba ahí junto a Hope y Bond. Era más de lo que alguna vez había soñado con su felicidad y tranquilidad. Loid depositó un beso en su cabeza y acarició la espalda de su esposa. Ambos se quedaron mirando el atardecer que apenas empezaba.

—Hace un año, no hubiera creído que me hubieras dicho que mi hija es una telépata y que mi esposo era un espía... —rió suavemente y subió los ojos rojos a él.
—Tampoco hubiera creído yo que mi hermosa esposa era una asesina. Te amo Yor —declaró tomando la mejilla de Yor con su mano.

Yor cerró los ojos suavemente, abrió los labios y apoyó la frente contra la de él.

—Besame... Hazme saber que no estoy soñando —susurró ella.

Sin otra palabra más, Loid atrapó los labios de su esposa en un desesperado besó, Yor rodeo sus brazos por el cuello de su esposo y lo pegó más a su cuerpo. Sus labios fueron suavemente sobre los de ella, únicamente queriendo asegurarle a ella y a sí mismo que eso no era una ilusión, que no era un sueño y que estaba pasando en realidad.

El beso fue lento y suave, hasta que Yor estaba exigiendo algo más. Sin embargo, se detuvieron cuando Hope hizo un ruido atrás. Yor se separó de él con sus labios fruncidos y una molestia en general.

—Quiere comer —se quejó.
—Lo siento mucho. Pero eso es algo que no puedo hacer... —le ahuecó la mejilla y acarició la piel sonrojada.

Llevan ya más de dos años casados, más de un año en una relación y ella aún sigue sonrojandose cuando se besan.

—Aun así, quiero más... ¿Tú qué opinas Loid? —Yor se desabrochó el cinturón.
—Uno más contigo no estaría mal... Espero sea un niño —Yor carcajeo acomodando a Hope contra su pecho.
—Amas a tus hijas... Señor Forger —se hizo la burla de él.
—Claro que sí, pero serán tres contra uno, necesito a alguien de mi equipo...

Yor se descubrió el pecho y dejó que Hope buscará el contacto con su madre, succionó con un sonido fuerte e incluso agarró a su mamá. Yor sonrió ampliamente y acarició la cabecita de su Hope.

—Somos un equipo de cinco... —Yor le dedicó una sonrisa a Loid.

En ese momento él supo que lo tenía todo. Besó la frente de su esposa y luego la cabecita de su hija.

—Quédate aquí, yo sacaré las cosas y luego te ayudaré.
—Anya, pequeña sal con Bond —instruyó Yor.
—¡Vamos Bond! —abrió la puerta del auto y salió corriendo con su perro por la pradera verde.

Hope agitó los brazos al escuchar a su hermana.

—Lo tenemos todo... Pequeña Hope.

Forger Family Week.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora