Capítulo 16: De Nuevo en Control

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El nuevo plan era simple: Janice, Sun Hee y Chayna debilitarían el campo de guerra, o sea, le darían la poción a todo el Consejo y a Ragna para luego poder amarrarlas y llevarlas hasta el patio principal del internado y explicarle a todas las demás lo que sucedía; mientras tanto, los humanos y Kate esperarían dentro de la camioneta de Adrien en el bosque en caso de cualquier emergencia o que debieran huir porque algo había salido mal. Todo lo llevarían a cabo en la madrugada, igual que como querían hacerlo en un principio.

Kate había estado todo el día bastante deprimida, se sentía inútil e incluso un estorbo. No solo no podría ayudar más a sus amigas que pondrían su vida en peligro entrando al internado, sino que, además, les había retrasado el plan y les estaba complicando la vida.

En ese momento, Kate estaba en su cuarto, sentada en su cama. Se había quedado sola un momento, aunque Sun Hee le había dicho que no lo hiciera, pero necesitaba pensar un momento y recomponerse.

No pasó sola más de unos dos minutos, cuando Adrien entró al cuarto.

—Sun Hee te dijo que no podías quedarte sola —le dijo—. Te puede suceder algo.

—No me siento bien —le confesó Kate—. Necesitaba procesar todo esto y pensar... aunque no sirva de nada realmente.

No conseguiría nada con eso, tal vez solo se sentiría incluso más inútil por no poder descubrir que pasaba con su propio cuerpo.

—Lo sé, Kate, pero puedes pensar no estando sola, ¿no?

—Es un poco incómodo...

—¿Y si solo me quedó en silencio, mirando mi celular?

Kate le dio una mirada algo acomplejada, pero antes de que pudiera decir algo, las lágrimas comenzaron a salir de sus ojos y a correr por sus mejillas.

Adrien la miró preocupado y se acercó a ella para sentarse en el borde de la cama de Chayna, justo al frente de Kate.

—¿Dije algo malo?

Kate negó, secándose las lágrimas con el dorso de la mano.

—N-no, no... es solo qué... —hizo una pausa—. Tengo pena.

Adrien la miró con algo de lástima y decidió sentarse al lado de ella para abrazarla. Kate se apoyó en el hombro de él y siguió llorando en un volumen bajo.

—Como bruja arruino todo y como humana no puedo funcionar ya... ¿qué voy a hacer? —preguntó—. Si tengo suerte, quizás esto que tengo me mate.

—No digas eso ni de broma —le pidió Adrien—. Esto se arreglará y estoy seguro de que harás todo lo que tú quieras en un futuro. Si quieres ser una bruja, lo serás y si quieres mantenerte entre los humanos como uno más y tener una familia, también lo harás.

—Pero tendrá que ser con un humano —dijo—. Lamentablemente soy heterosexual y no existen los brujos...

Kate no tenía certeza de por qué solo las mujeres podían tener la sangre de bruja, ¿era por qué Anne Kedward había sido una mujer? El punto era que, fuera por la razón que fuera, los hombres no podían tener sangre de bruja.

—Pues encontraras un humano.

—¿Pero y si no le gustan las brujas? —cuestionó—. O peor, ¿qué pasa si las odia?

Kate se separó de Adrien y se siguió secando las lágrimas con sus manos, al mismo tiempo que sorbía su nariz.

Adrien se quedó en silencio un momento. Para él, simplemente Kate podía hacerse pasar por una humana, después de todo, por fuera era exactamente igual a una; pero el problema podría venir cuando, por accidente, sufriera un corte y su sangre oscura y viscosa delatara que no era una humana normal.

Las Brujas de Kedward: Discordia [LBK #2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora