Retrocediendo

OVA: El tesoro de la bruja susurrante

El tesoro de la bruja susurrante

Era un buen lugar como cualquier otro para comenzar su incursión en el mundo de la arqueología mágica, un lugar familiar, un lugar local y una tarea que parecía ser algo simple. Harry tenía sus dudas sobre esto último. Si fuera tan fácil como lo describe el autor en su libro, ¿por qué ellos mismos no recuperaron el tesoro? Había demasiadas preguntas y pocas respuestas para su gusto. Como tal, había convencido tanto a James como a Sirius de compartir esta excursión con él. Ambos eran capaces por derecho propio, y él confiaba en ellos implícitamente.

"¿Estamos casi allí?" Sirius gimió mientras el trío luchaba a través de la espesa maleza.

"Si vas a seguir gimiendo, vete a casa", replicó James.

"Me duelen los pies", se quejó Sirius.

"No debería estar lejos," lo consoló Harry. "Maldita sea, me alegro de no haber decidido ir a Egipto primero. Si te quejas tanto por estar en Gales, ¿qué tan mal estarías allí?"

Sirius frunció el ceño pero no dijo nada a cambio. Sobre todo, estaba impaciente por encontrar la ruina que estaban buscando. No le gustaba esperar, especialmente cuando los tres podían aparecerse donde tenían que estar.

Siguieron adelante y el bosque a su alrededor se espesaba a medida que avanzaban. Afortunadamente, Sirius solo pronunció una palabrota ocasional cuando se enganchó en una rama que sobresalía o casi tropezó con un tronco que no vio. Para su alivio, Harry hizo una pausa después de una hora más o menos, sacó su libro y comenzó a murmurar mientras leía, permitiéndose a él ya James un respiro.

"¿Y ahora qué?" James preguntó después de unos momentos.

Harry frunció el ceño mientras releía la sección de texto.

El bosquecillo se volverá denso y llegarás a un arco hecho de árboles inclinados. A través del arco debes avanzar hasta que encuentres el hilo. Síguelo, pero no tires, porque perderás tu camino, para nunca volver a encontrarlo.

"¿Por qué no podían simplemente escribir en inglés?" Sirius se quejó de haber leído la página por encima del hombro.

"Este libro tiene unos cientos de años, al menos," explicó Harry. "El lenguaje era muy diferente en ese momento.

"Maldito galimatías más bien. ¿Adónde vamos?"

"De la misma manera. Estamos buscando un arco hecho de árboles", aclaró Harry antes de continuar.

"Vamos, Pads, ¿dónde está tu sentido de la aventura?" James intervino.

"Solo le preocupa llegar tarde a casa. Marlene lo regañará".

"Arriba el tuyo," respondió Sirius, levantando un dedo medio en dirección a Harry. "Al menos no seré encadenado y azotado o cualquier otra cosa rara en la que tú y Bella estén".

Harry solo se rio y negó con la cabeza. A pesar de dejar de lado sus diferencias hace unos cuatro años, Sirius nunca pudo quitarse de la cabeza la imagen de que su primo era un masoquista. Harry había renunciado a intentar cambiarlo. En verdad, encontraba divertido cuando los dos intercambiaban púas.

El sol había llegado a su punto máximo del día cuando el trío llegó a un claro, en el centro del cual había un arco curiosamente construido de dos árboles plantados en el medio.

"Por favor, dime que esto es todo", suplicó Sirius mientras se limpiaba el sudor de la frente.

"Debe ser", respondió James. "Algo así no es natural".