Retrocediendo

OVA: La Espada del Rey - Parte 2

La Espada del Rey - Parte 2

Había pasado poco más de un año desde que se había reunido con el hombre conocido como 'el besado por el lobo' y la figura que decía ser Odín. Aún así, fue una experiencia surrealista para Harry, quien se enorgullecía de no sorprenderse por los giros de los acontecimientos que la vida podía ofrecer.

Él mismo había viajado en el tiempo más allá de lo que creía posible, había encontrado una isla pirata escondida e incluso un mundo amenazado por los muertos vivientes. Descubrir la espada conocida como Excalibur empuñada por el mismo Rey Arturo y el viaje que lo había llevado fue quizás lo más extraño que le sucedió hasta ahora.

Habiendo encontrado el lago en el que se devolvería la espada, no pudo evitar sentir que las cosas solo se volverían aún más extrañas.

Durante el último año, se había aferrado a la espada, estudiando la magia interna, pero sus esfuerzos dieron pocos resultados. La magia era antigua, no tanto como la que habitaba dentro de la varita de saúco, pero más antigua que casi cualquier otra cosa con la que se había encontrado.

Aparte de eso, poco se había averiguado sobre la espada. En verdad, ni siquiera podía deducir de qué estaba hecho.

Con pocas razones para mantenerlo en su poder, había comenzado a deducir el lago en el que aquellos como Monmouth y Mallory hablaban dentro de sus cuentos del rey legendario una vez pensado. Las interpretaciones mágicas centraron gran parte de su atención en Merlín, y no era el célebre mago que buscaba Harry.

Como tal, había recurrido a las historias muggles, y aunque a veces diferían con la ubicación del lago en el que había aparecido el espíritu Nimue, la mayoría estaba de acuerdo en que Dozmary Pool era de donde ella venía.

Habiendo llegado aquí, Harry se encontró de acuerdo con este rastro de pensamiento. Aquí había magia. Era sutil, pero su presencia innegable.

Sabiendo que había encontrado el lugar del que hablaban los cuentos, sacó la espada de la vaina que había creado para ella y miró la hoja con cariño. No solo lo había llevado a una de sus mayores aventuras, sino que había estimulado una de las inversiones más rentables que había hecho.

En el año transcurrido entre la reclamación de la espada y la llegada para devolverla, el trabajo de Marion había comenzado y continuaba. La peculiar mujer ya estaba haciendo olas en las comunidades históricas y arqueológicas con sus descubrimientos en el sitio de Ravensthorpe con muchos grupos que ahora querían invertir. Con la financiación de Harry, los había rechazado y había emprendido el proyecto ella misma con la ayuda de aquellos en quienes confiaba.

Cada pocos meses, más o menos, Harry se detenía y se maravillaba con el progreso que se estaba logrando. Aunque era poco probable que obtuviera algún beneficio económico, estaba contento de saber que estaba asegurando el legado de Eivor y verificando el trabajo de la única mujer que había creído en él.

Ahora, sin embargo, tenía su propia tarea que emprender, y su atención cambió a este momento gratificante.

Preparándose, arrojó la espada hacia las profundidades, aunque no se oyó el esperado sonido de chapoteo. En cambio, un brazo femenino atrapó la espada en el aire por el mango antes de que emergiera una figura etérea y mirara con anhelo lo que ahora sostenía.

Harry simplemente miró, casi congelado en su lugar. Había leído sobre esta mujer; la madre de Merlín, la dama del lago o Nimue.

"Has completado la tarea encomendada a Sir Bedivere por el único rey verdadero", dijo ella, su mirada se desplazó hacia él. "Me gustaría tener tu nombre".