Retrocediendo

OVA: El botín del pirata

El botín de los piratas

"Merlín, ¿qué diablos está usando?" James preguntó mientras el gruñón Sirius se acercaba con un divertido Remus.

Harry solo pudo sacudir la cabeza en respuesta por temor a que se riera y enojara al hombre.

"Entonces, ¿Marlene te creyó cuando dijiste que ibas a pescar muggles?" cuestionó.

"Vete a la mierda", respondió Sirius mientras Remus se doblaba de alegría. Claramente, el hombre lo había estado conteniendo durante algún tiempo.

"No", resopló el hombre lobo, "como de costumbre, lo atraparon, pero ella insistió en que se vestiría así durante todo el viaje. Incluso usó un encantamiento adhesivo de su grimorio familiar para asegurarse de que lo haga, —añadió en un susurro.

James se rió entre dientes mientras consolaba a Sirius con la cara roja con una palmada en el hombro.

"El maldito polvo que pica no está ayudando", se quejó mientras rascaba furiosamente la tela.

"Ella lo entendió bien," observó James con un toque de orgullo evidente en su tono.

El hombre estaba vestido con una camisa de cuadros escoceses completa con pantalones de goma de talle alto que estaban sujetos con correas sobre su hombro. Las botas de agua en sí mismas eran bastante poco favorecedoras, pero fue el sombrero que llevaba lo que le dio la humillación final. Era de estilo cubo, adornado con varios tipos de anzuelos y señuelos.

Harry estaba a punto de ofrecer un comentario propio cuando su atención fue captada por algo brillante en su periferia. Se giró solo para ser recibido por la vista de Albus Dumbledore, el último grupo de su grupo abriéndose camino hacia ellos a través del muelle. Cuando Harry le habló de esta aventura en particular, insistió en acompañarlo. Según el hombre, había disfrutado de la literatura muggle sobre piratas cuando era niño y le gustaría ser incluido. Al ver al anciano director en pleno brillo, no pudo negarle la solicitud.

"Bueno, yo no me preocuparía por eso, Sirius. Creo que Dumbledore te ganó en lo absurdo del atuendo".

"Maldita sea", maldijo James mientras él también era testigo de la elección de ropa en exhibición.

La excentricidad del hombre estaba en pleno apogeo con la camisa hawaiana de color naranja brillante y los pantalones cortos a juego. Este paso en falso podría perdonarse si no fuera por el sombrero de pirata estereotípico y el parche en el ojo que el hombre había elegido usar junto con unas sandalias de cuero y unos calcetines morados que chocaban horriblemente. En lugar de un loro, Fawkes se paró con orgullo sobre su hombro, sus tonos rojos y naranjas solo hacían que la imagen fuera más surrealista.

"Ahoy allí", saludó cuando llegó, frente a cuatro hombres desconcertados. "Pensé que era mejor pasar desapercibido. No me gustaría levantar sospechas vistiendo túnicas".

Harry solo pudo negar con la cabeza al hombre mientras evitaba mirar las rodillas huesudas que se mostraban.

"¿Puedo felicitarte por tu propio atuendo?" el director continuó, hablando con Sirius. "Yo también tengo un sombrero similar. Encuentro que es útil para guardar mis limones de sorbete cuando voy de excursión".

"Gracias, profesor", respondió Sirius secamente, mirando a James y Remus, quienes se reían disimuladamente de la extraña pareja.

"Creo que deberíamos prepararnos para zarpar", anunció Dumbledore. "Tomará algunas horas llegar a nuestro destino".

"Eh, profesor, no necesitaremos navegar. Tenemos un barco con un motor moderno", explicó Remus.

"Ya veo", suspiró Dumbledore decepcionado. "Tal vez deberíamos abordar y seguir nuestro camino".