Sylvestre (Severitus) Harry Potter

Capitulo 1: Comportamiento extraño

Harry bufo al ver a su amigo Ron Weasley atiborrase de comida como si no hubiera comido en meses. Hermione le lanzaba miradas furiosas desde su lugar, pero ya había desistido de decirle que se comportara decentemente. Ron por otro lado seguia consumiendo comida y tratando sin mucho éxito de tragar lo que tenía en la boca. Ya hastiado Harry dejo su tenedor y cuchillo sobre el plato y lo aparto lejos de el, el plato automáticamente desapareció.
Ahora Harry y Hermione se pusieron a hablar de las tareas que debían hacer para las siguientes clases, Harry no lo diría pero su amiga le había hecho recordar que debía terminar su tarea de Herbologia para la profesora Sprount. Luego de esperar que su amigo terminará de almorzar, el trío de oro se levantó de la mesa del Gran Comedor y salió hacia el vestíbulo de entrada donde estaban los demás Gryffindor esperado a la profesora Sprount, Harry se acerco a Neville qué se veía más emocionando qué un niño en navidad

— La profesora Sprount llegará pronto!! Dijo que hoy estudiariamos una de las plantas más venenosas del mundo: el aconito! — los ojos de Neville brillaban con entusiasmo

Harry y Hermione sonrieron, era increíble el contraste de cuando tenían pociones a herbogia con Neville. Hermione se dispuso a charlar con  Neville sobre lo que sabía del aconito, Neville escuchaba atentamente y daba su opinión al respecto. Mientras tanto Harry observaba fijamente al bosque prohibido, algo y no sabía que era le llamaba la atención. Su mirada se clavo en la espesura del bosque y solo fue sacado de sus trance cuando sintió una presencia detrás de él. Sacudió su cabeza para despejar su mente del trance en el que había entrado y se giro lentamente. Allí parado a unos metros en la oscuridad estaba Severus Snape. El adolescente podía sentir la mirada del pocionista encima de el, pero como estaba casi inmerso en la oscuridad que era el inicio de las mazmorras no podía estar seguro. Antes de darse vuelta para dirigirse hacia su próxima clase pudo jurar ver los ojos de Snape brillar de un verde esmeralda.
Harry negó con la cabeza, solo fue su mente, Snape no tenía ojos claros y menos de ese color tan... Sobrenatural. Con una última mirada sospechosa hacia su iracundo profesor de pociones se dirigió hacia la clase de la profesora Sprount. La clase fue bastante interesante para sorpresa de Harry. Nunca penso que una simple flor violeta fuera tan  interesante y que a diferencia de otras flores venenosas, esta en particular el veneno lo contenía en sus raices y tallos, por lo tanto debieron manipular la planta con unos guantes de cuero muy gruesos. Mientras Neville y Hermione discutian sobre el Aconitum, Ron se estaba durmiendo apoyado sobre el escritorio donde Sprunt los habia hecho sentar. Harry por otro lado tenia una planta de aconito en su mano, por alguna razon que desconocia esta plata se sentia calida al tacto, su aroma era dulce y embriagador y se quedo mirandolo fijamente por varios minutos, antes  que la mano de Ron le sacudiera el hombro y por lo tanto rompiera la planta que tenia Harry en su mano. El adolescente abrio la boca para regañar a su amigo pero algo se lo impidio. Cuando la planta se sacudio Harry empezo a estornudar sin parar, estornudo tras estornudo hasta que su rostro estaba rojo por completo. Esto llamo la atencion de la profesora que se acerco hasta el grupo conformado por el trio de oro mas Neville 

— Sr Potter, se encuentra bien?—  pregunto preocupada Sprunt al salvador del mundo magico

Harry tardo otros minutos antes de dejar de estornudar. Una vez que se recompuso le indico a su profesora que estaba bien y pudieron seguir la clase, Harry ignoro las miradas de confusion de sus amigos y pateo el resto de los petalos de la planta que habia en el suelo, iniciando otra ronda de estornudos mas. La clase termino con cada uno termino llevandose un aconito enbotellado a sus respectivos dormitorios, Neville agarro su planta con tal reverencia que parecia que la flor violacea era de un cristal muy fragil, Ron sacudia su planta y la daba vueltas en sus manos, Hermione la llevaba tranquilamente y Harry le lanzaba miradas furiosas a la suya. Ninguno de los cuatro amigos noto a la persona que estaba frente a ellos hasta que se chocaron con el. Una voz sedosa, aspera y  fria resono en el frio pasillo