-No corran, podrían lastimarse.-Hable con firmeza.
-Harya, Rhemys hagan caso a su madre.-Dijo Heost mientras los echaba de la habitación.
-¿Tienes noticias?
-El Rey, tu padre no se encuentra en buena salud, dicen que Rhaenyra, Daemon y sus hijos irán a visitarlos mañana.
-Crees que... –Baje la mirada. Heost tomo mi barbilla y me miró a los ojos.
–Creo que estas lista para cualquier cosa, si es tu decisión ir a verlos estaré de acuerdo contigo... –Heost colocó su frente sobre la mía y luego deposito un dulce beso en mis labios.
–Nos iremos mañana al amanecer. Prepara a los niños, llevare algunos guardias. –Dije.
–Sabes, en otras circunstancias seria al revés. –Dijo tumbandose sobre la cama.
–¿Ha que te refieres? –Contemple su figura allí tumbada.
–Bueno, tu tendrías que alistar a los niños y yo a los guardias. –Coloco sus manos detrás de su cabello.
–Sí, pero soy mejor dando ordenes. –Sonreí.
–Cierto, eres muy mandona. –Asintió y yo coloque mi mano en mi pecho fingiendo que me ofendía.
–No puede ser... hieres mis sentimientos Heost. –Negué.
–No es cierto. –Él me tomó del brazo y me tumbo encima de su pecho. –Nunca haría algo para herir tus sentimientos mi amada.
No pude evitar sonreír ante sus palabras.
****
–Dyghar, debes dejar de ser tan estricto con tu dieta de solo ovejas, ha este paso nos dejaras sin comida todo el invierno. –Le di unas palmadas. Él gruñó.
–Todo esta listo, el barco de Sr.Heost ya esta debe de estar llegando junto con los niños y los demás guardias mi señora.
–De acuerdo saldré iré con Dyghar, llegare con ellos rápido, incluso tal vez llegue primero.–Sonreí. –No lo olvides, esta en tu mano la protección del pueblo y su gente.
–Son personas buenas y leales mi reina, estoy seguro de que ellos mismos podrían mantener este lugar protegido mientras usted no está. –Asintió, yo igual y procedí a montar a Dyghar. Para hacerlo le habíamos colocado una escalera de soga por la cual me subía y llegaba al lomo y al asiento.
Mi guardia se alejo y Dyghar se levantó, luego emprendió su vuelo conmigo guiándolo en todo momento.
***
No tardamos en llegar, como había mencionado. Aunque quisiera evitarlo Dyghar era muy llamativo y muy grande como para no verse a largas distancias, entonces cuando aterrizamos ya habían cientos de guardias esperando abajo, Heost estaba allí con los niños, tenia su mano en su espada aunque no la había sacado.
Me baje de Dyghar y la expresión de todos fue de confusión, una confusión extremadamente real.
–¿Princesa Rhaenyra...? –Dijo uno de los guardias. –Pero si debería de estar allí adentro... y ese dragón... –Parecía que iba a desmayarse.
Igual que los demás guardias que temblaban ante Dyghar. Camine hacia Heost y le di una sonrisa, luego me gire ante los guardias.
–Mi nombre es Rhaneirys Targaryen, hija de Viserys y Aemma Arryn, hermana de Rhaenyra Targaryen. –Dije en voz alta. –Y no, no es una ilusión, soy real y vengo a ver a mi padre. –Mire a Dyghar. –Él es mi dragon, Dyghar, más grande que Vhagar, lo se, fue un tesoro encontrarlo.
Los guardias dudaron, pero me ofrecieron llevarme hacia donde estaban todos reunidos, Heost iba a mi lado y mis hijos detrás junto a mis guardias. Yo me había puesto una capucha para no llamar más la atención mientras nos dirigíamos al lugar.
Se escuchaban murmullos dentro de aquel lugar y algunas espadas hicieron eco, nos detuvimos, dude en entrar, podrían estar peleando, pero la puerta se abrió. Allí estaban todos, un cadáver en medio del pasillo y a los lados un montón de gente. Mi vista viajo hacia Rhaenyra y sus hijos y luego hacia Aemond quien limpiaba su espada, todos nos miraron confundidos.
Camine hacia adelante unos guardias intentaron detenerme, pero antes de poder apuntar hacia mi con sus espadas mis guardias ya estaban amenazandolos. Seguí caminando hasta llegar a una distancia favorable entre el Rey Viserys y yo.
–Disculpe la molesta, Viserys. –Verlo de cerca y ver lo deteriorado que estaba me encogió un poco el corazón.
–¿Quien eres? –Preguntó él.
Suspire y hable. –Mi nombre es Rhaneirys Targaryen, mi madre fue Aemma Arryn.
–Eso no es verdad. –Negó. –Aemma solo tuvo una hija, Rhaenyra.
–Se equivoca, mi rey. –Mire a Rhaenyra. Deje caer mi capucha dejando ver mi rostro, un rostro igual al de Rhaenyra, aunque más atractivo, claro, soy yo.
Los murmullos comenzaron y el rey cayó sentado en su trono, unos pasos se aproximaron hasta mi, era Rhaenyra, estaba sumamente sorprendida.
–¿Como...?
–Permitame explicarle... hace mucho, cuando la reina iba a dar a luz, no solo concibió a una niña, si no a dos, lastimosamente una de ellas fue entregada en secreto a Amond Craviel Arryn por una promesa... esa soy yo, la hija secreta del Rey, la hermana pérdida. –Mire a Rhaenyra. –Crecí muy lejos de aquí, hasta que asesinaron a Amond, entonces encontré unas islas vacías, allí encontré a mi Dragón Dyghar... decidí venir ahora no ha reclamar nada, si no a conocer por fin a mi verdadera familia, además de... –Mire hacia atrás donde se encontraba mi esposo y mis hijos.
El rey se levantó y con ayuda bajo las pequeñas escaleras, se aproximo hacia mi y me observo por unos segundos, luego a Rhaenyra. –Son... idénticas. –Él me abrazo.
Sentí ese cálido abrazo, como si lo hubiese necesitado hace años, unas lágrimas brotaron de mis mejillas, Rhaenyra no se quedo atrás y se unió al abrazo. Luego escuche una voz detrás.
–Tú... –Hablo Daemon. –Esa niña con la que me tropecé aquella vez.
Lo mire y sonreí. –Pensé que no lo recordarias, vine hace mucho con Amond y tropecé contigo, creíste que era Rhaenyra, pero no.
–Es sorprendente... -Dijo él.
–Lo es. –Asentí.
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♔︎|•Targaryen Blood•|♔︎
FanficUna promesa debe ser cumplida mientras que dos almas son separadas. Con la caída del Rey Viserys y la danza en pie ellas serán encontradas. Danzaran con el fuego una con la otra y nadie podrá pararlas.